Siglo y medio después de que Gustave Flaubert pusiera el punto y final a su célebre Madame Bovary llega hasta nosotros la que es hasta la fecha la transcripción más fiel del texto original del escritor francés.

Las 4.500 hojas manuscritas de la novela están disponibles en Internet (www.bovary.fr) junto a su versión mecanografiada, en la que han trabajado 600 voluntarios de todo el mundo, los que se sumaron a una iniciativa que surgió de la colaboración entre la Universidad de Rouen -ciudad natal de Flaubert, en el norte del país- y la Biblioteca Municipal de la misma localidad.

El efecto Bovary

Investigadores, expertos, estudiantes y anónimos de diferentes profesiones procedentes de Argentina, Colombia, Francia, Ghana, Italia, Japón, Portugal y Tailandia, entre otros lugares, pusieron su granito de arena para reproducir el texto de uno de los clásicos de la Literatura de todos los tiempos, cuyo manuscrito original, sembrado de tachones del propio autor, ha traído de cabeza a sus múltiples editores y traductores desde 1857, año de su primera publicación.

Con su novela, Gustave Flaubert nos dejó en bandeja de letras el prototipo femenino de la infelicidad conyugal por excelencia: Emma Bovary que, desgarrada entre la prosaica realidad en que vive y sus ensueños de romances y riquezas, nunca será feliz junto a su marido, un modesto médico de pueblo.

Ni el nacimiento de su hija, ni su affaire con un joven seductor de provincias, ni sus caprichos materiales lograrán colmar las pretensiones de la eternamente insatisfecha Madame Bovary.

Al tratar abiertamente el tema del adulterio y novelar una crítica feroz a la hipocresía moral de la época, con su publicación llegó el escándalo: Flaubert fue incluso procesado bajo la acusación de haber escrito una obra "contra la moral pública y religiosa y las buenas costumbres". Ganó.

Madame Bovary abrió las letras a las historias de mujeres infieles. La Emma de Flaubert ocupa un lugar de honor entre las insignes adúlteras de carne y tinta, pero no es la única...

León Tolstói: Ana Karenina

"No se equivoca usted -dijo lentamente Ana, mirando con desesperación el semblante impasible de su marido-. No se equivoca... Estaba y estoy desesperada. Mientras le escucho a usted estoy pensando en él. Le amo; soy su amante. No puedo soportarle a usted; le aborrezco".

(Cátedra. 1.000 págs. 16,30 euros)

Clarín: La regenta

Fascinante retrato de una mujer que, cercada por convencionalismos caducos e hipocresías, se debate entre el deseo y su represión, mientras un galán y un cura la cortejan, volatilizando todas sus defensas. Ana Ozores es la víctima de una época y un entorno, la ficticia Vetusta, descritos de forma veraz y sin ningún tipo de concesiones.

(Edaf. 1.072 págs. 13,99 euros)

Émile Zola: Thérèse Raquin

Thérèse, una joven mujer casada con un hombre mayor, de salud delicada, con el que se acuesta desde niña, se siente irremediablemente atraída por un íntimo amigo de su esposo, con el que inicia un tórrido idilio mientras entre ambos planean asesinar al marido cornudo. Pero el sentimiento de culpa, unido a su insaciable apetito sexual llevará a Thérèse a ejercer la prostitución...

(Alba Editorial. 328 págs. 18 euros)

N. Hawthorne: La Letra escarlata

En la ultrapuritana sociedad de la Nueva Inglaterra del siglo XVII, la independiente Hester Prynne es objeto del escarnio público por adúltera. Mientras tanto, su amante secreto, un reverendo devorado por los sentimientos de culpa, es considerado digno de la estima general. Y escondido en la sombra, un ser siniestro maquina contra ellos.

(Valdemar. 423 págs. 11 euros.)

W. Somerset Maugham: El velo pintado

Las presiones por casarse antes que su hermana menor en el Londres de los años veinte llevan a una joven ante el altar junto a un bacteriólogo de moral implacable que la adora, pero sin amarla. Tras su traslado a China por el trabajo de su marido, Kitty comienza un intenso affaire con un gigoló que no tarda en abandonarla a su suerte cuando se descubre el adulterio.

(Zeta Bolsillo. 240 págs. 8 euros)

John Irving: Una mujer difícil

Aunque la protagonista central de la trama es Ruth Cole, que narra su infancia, nos centramos en su madre, Marion, que durante un verano mantiene un idilio con un jovencito de 16 años con el fin de mitigar el insoportable dolor que siente por la muerte de sus dos hijos mayores, tras el que abandonará el hogar para reaparecer en la vida de Ruth décadas después.

(Tusquets. 752 págs. 10,53 euros)

Curt Leviant: Diario de una mujer adúltera

Dos amigos se reencuentran en la reunión de antiguos alumnos de una escuela judía. Ya entrados ambos en la cuarentena, Guido, fotógrafo, y Charlie, psicólogo, se interesan por la misma mujer casada. El objeto de deseo es la seductora Aviva, una profesora de violonchelo, que desata una trama cargada de altas y bajas pasiones y de amores perdidos.

(Seix Barral. 656 págs. 23,50 euros)