Año y medio de prisión por abusar sexualmente de una menor en Tarragona

  • La Fiscalía y la defensa pactan una rebaja de la condena porque los hechos ocurrieron hace casi nueve años.
  • El acusado abonará 20.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
Fachada de la Audiencia de Tarragona.
Fachada de la Audiencia de Tarragona.
ACN
Fachada de la Audiencia de Tarragona.

Un hombre ha aceptado un año y medio de prisión por abusar sexualmente de su cuñada en agosto del 2012 en Batea (Tarragona), cuando la niña tenía 15 años. Inicialmente, el individuo afrontaba una petición de siete años y medio de prisión, pero el hecho que los abusos se produjeran hace casi nueve años y todavía no se hubieran juzgado ha permitido que se rebaje la pena en dos grados.

El martes el ministerio público y la defensa sellaron un acuerdo de conformidad en la Audiencia de Tarragona por el cual se aprecia una circunstancia atenuante muy calificada de dilaciones indebidas. El pacto establece que el procesado no se podrá acercar a menos de 300 metros de la víctima ni comunicarse con ella durante tres años y que abonará 20.000 euros en concepto de responsabilidad civil.

Los abusos

Según el escrito de conformidad, el procesado, de 21 años, se encontraba en la piscina de Maella (Zaragoza) con la pareja y con la hermana de esta, que tenía 15 años. En un momento que el chico se quedó con la menor dentro del agua, sobre las cinco de la tarde, empezó a frotar su cuerpo con el de la chica, hasta que una señora que se encontraba en la piscina le recriminó su actitud.

Más tarde, hacia las seis de la tarde, el acusado pidió a la menor que lo acompañara en coche hasta Batea para mirar el cloro de la piscina de su casa. Durante el trayecto, los dos fumaron marihuana que el chico llevaba y, cuando llegaron al domicilio, aparcaron el coche en el garaje, él empezó a desnudarla y se quedaron los dos completamente desnudos.

La menor se encontraba "totalmente bloqueada" ante la situación y preguntó al chico "que qué hacía", sin obtener ninguna respuesta. A continuación, él le dijo que subieran a casa y ella accedió. Entraron a un dormitorio de la vivienda y allí él empezó a tocar el cuerpo de la víctima, la tumbó en la cama, se puso encima suyo y le introdujo el pene en la vagina.

Según el relato de los hechos, la menor se quejó porque le hacía daño e intentó apartar al abusador, poniéndole las manos sobre la cadera, sin conseguirlo. Además, el abusador le dijo que esto "siempre pasaba la primera vez". 

Cuando acabaron, el abusador advirtió a la menor que no explicara nada, se ducharon juntos y volvieron hacia la piscina de Maella.

El acuerdo de conformidad plantea condenar al procesado a un año y medio de prisión por un delito de abuso sexual -en la redacción anterior a la reforma del Código Penal-. Eso sí, le aplica la circunstancia atenuando muy calificada de dilaciones indebidas porque la causa se produjo el 16 de agosto de 2012.

Por otro lado, la víctima requirió un seguimiento de apoyo psicológico y se ha acordado que el abusador no pueda acercarse a menos de 300 metros de la joven ni comunicarse con ella durante tres años. En caso de que el tribunal le suspenda la pena, el acusado se compromete a pagar antes de seis meses 20.000 euros en concepto de responsabilidad civil por el daño moral y el perjuicio psíquico causados y por un eventual pago de las costas judiciales.

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