«En la costa oriental se ha producido un aumento de la población –sobre todo extranjera–, se ha constatado un incremento de la construcción ilegal y el asentamiento de delincuencia organizada con la consiguiente implantación de la corrupción».

Esta reflexión, que figura en la memoria de la Fiscalía malagueña, presentada ayer, pone de manifiesto que la situación asentada en la zona occidental –«alto índice de extranjeros no controlados, 300.000 en la provincia, que se dedica al tráfico de drogas, blanqueo de dinero, ajustes de cuentas, etc.»– se va instalando poco a poco a la costa este. Es más, en estas dos zonas aumentaron las diligencias previas incoadas en 2008 (5% y 10% respectivamente), mientras que en la capital bajaron (7%) y en el interior se mantuvieron en las mismas cifras respecto a 2007.

Según el fiscal jefe, Antonio Morales, los delitos que más preocupan a la ciudadanía, como los homicidios y las tentativas, decrecieron hasta un 33,9% (de 103 diligencias en 2007 a 68 un año después).

Aun así, los homicidios dolosos y los asesinatos subieron de 17 a 21. Un aumento mayor se aprecia en las conductas delictivas contra el honor (injurias y calumnias), que crecieron un 44,8%. Por su parte, los que van contra la libertad sexual bajaron un 11% en total, aunque las violaciones (7 contra 15) y la prostitución (33 contra 65) se duplicaron.

Más robos, hurtos y estafas

La agudización de la crisis «puede» tener la culpa, según Morales, de que los robos con fuerza, los hurtos y las estafas se hayan acentuado en 2008. Aun así, los robos con violencia y los que se llevan a cabo en viviendas o locales se dieron en menor medida que en 2007.