Una nueva investigación muestra el verdadero origen de las antiguas especies de 'hobbit'

Réplica del cráneo de Homo erectus de Java.
Réplica del cráneo de Homo erectus de Java.
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Réplica del cráneo de Homo erectus de Java.

Desde el descubrimiento de la especie Homo floresiensis, que habitó en el sudeste asiático hace 50.000 años, no han parado de surgir estudios que tratan de aportar más información sobre estos diminutos homínidos, apodados 'hobbits' -en alusión a la raza ficticia de la Tierra Media creada por J.R.R. Tolkien-, y ayudar así a documentar mejor la evolución humana en el mundo. 

Una nueva investigación de la Universidad de Adelaida (Australia) a partir de registros fósiles en esa región geográfica ha ayudado a explicar mejor la presencia de dos especies endémicasHomo luzonensis y H. floresiensis y su relación con los humanos anatómicamente modernos.

En este estudio, publicado esta semana en Nature Ecology and Evolution, los investigadores examinaron los genomas de más de 400 humanos modernos para investigar si hubo mestizaje entre estos antiguos homínidos y poblaciones humanas modernas que llegaron a esta región del Asia sudoriental hace 50.000-60.000 años. 

Según indican los investigadores, esta área contiene uno de los registros fósiles más ricos (de al menos 1,6 millones de años). Actualmente, hay tres especies de humanos prehistóricos distintos que aparecen reconocidos en el registro fósil: el  Homo erectus, Homo floresiensis y Homo luzonensis.

Estas dos últimas especies vivieron en esa región hasta hace 50.000 - 60.000 años, mientras que el Homo erectus habitó la zona hasta hace 108.000 años, lo que ha hecho pensar a los científicos que estas especies pudieron haberse solapado en el tiempo con la llegada de las poblaciones humanas modernas.

Los resultados de este nuevo estudio fueron claros: no hubo mestizaje entre estas especies y los humanos modernos. Sin embargo, el equipo pudo confirmar una mayor evidencia de ADN de unos misteriosos primos antiguos de los humanos: los denisovanos.

"A diferencia de nuestros otros primos los neandertales, que tienen un extenso registro fósil en Europa, los denisovanos se conocen casi únicamente por el registro de ADN. La única evidencia física de su existencia ha sido un hueso de un dedo y algunos otros fragmentos encontrados en una cueva en Siberia y, más recientemente, un trozo de mandíbula encontrado en la meseta tibetana", ha señalado en un comunicado João Teixeira, autor principal del estudio e investigador asociado de la Universidad de Adelaida.

"Sabemos por nuestros propios registros genéticos que los denisovanos se mezclaron con los humanos modernos que salieron de África hace 50.000 - 60.000 años, tanto en Asia como cuando los humanos modernos se desplazaron a través de del sudeste asiático en su camino hacia Australia", apunta Teixeira.

"El misterio entonces sería: ¿por qué no hemos encontrado sus fósiles junto con los otros humanos antiguos en la región? ¿Necesitamos volver a examinar el registro fósil existente para considerar otras posibilidades?", se pregunta el investigador.

En su conjunto, este hallazgo traza "una imagen intrigante, y aún lejos de ser clara, de la ascendencia evolutiva humana en el sudeste asiático", señalan Teixeira y Kristofer M. Helgen, director del Instituto de Investigación de Museos de Australia y también coautor del estudio, en un artículo publicado en The Conversation.

"Todavía no conocemos la relación precisa entre H. floresiensis y H. luzonensis, que eran distintivamente de pequeña estatura, y el resto del árbol genealógico de los homínidos", añaden los investigadores.

Para los autores de este nuevo estudio, el descubrimiento revela un hecho aún más intrigante: "Nuestros hallazgos plantean la posibilidad de que todavía haya fósiles de Denisovan esperando ser desenterrados en el sudeste asiático, o que ya los hayamos encontrado, pero los hemos etiquetado como otra cosa".

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