Familias con hijos, matrimonios en paro, madres solteras... el perfil de los usuarios de los comedores sociales de Granada ha cambiado mucho en los últimos meses.

La gente sin hogar ya no es la única que acude a los cinco comedores existentes en la ciudad (San Juan de Dios, Regina Mundi y los tres municipales ubicados en la zona Norte y Chana).

«Las personas mayores son los más habituales en Chana. En las calles Molino Nuevo y Rodrigo de Triana, en cambio, acuden familias que están pasando una mala racha», explica Jorge Bravo, técnico municipal de familia. El Ayuntamiento ofrece diariamente unos 90 almuerzos, «un 22% más que hace unos meses», matiza Bravo.

El incremento es la tónica general en el resto de comedores. San Juan Dios ha duplicado sus comidas. «Hemos tenido que poner dos turnos y atendemos a unas 240 personas al día. El paro ha castigado mucho a los inmigrantes y los sectores más débiles, así que hay más gente que necesita ayuda», cuenta uno de los responsables del servicio.

Regina Mundi también ha aumentado sus cifras. «Personas que hacía meses que no veíamos han vuelto porque ya no los necesitan en el andamio o porque la señora a la que cuidaban ha fallecido. Hay más familias y la mayoría se reparten, dejan a los niños en el comedor del colegio y el matrimonio viene aquí», comenta la coordinadora del servicio.

«Antes no llegábamos a cien personas -continúa- y ahora muchos días superamos esa cantidad». Así que,  mientras los restaurantes pierden clientes, la caridad gana usuarios.

Edicoma es el único centro en la capital que ofrece cenas. El comedor con capacidad para 70 personas ha visto como la cola de espera ha aumentado. La solución, repartir bocadillos con una pieza de fruta y un yogur para los que se quedan sin entrar.

«Antes no llegaba a la decena los que se quedaban fuera, ahora repartimos unos 60 menús en bolsas», dice una de sus voluntarias.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE GRANADA