Carlos Fernández acaba de presentar El placer de la carne, un libro que une recetas tradicionales en homenaje a la mujer rural asturiana.

¿Qué cuenta en su obra?

El libro nació como un recetario de platos de carne, pero lo varié y acabé pegando a cada receta parte de la vida y los sentimientos de las mujeres que me las contaban. El libro tiene un componente gastronómico, pero contado por mujeres de toda Asturias, desde el Eo al Deva.

¿Por qué homenajea a la mujer asturiana en el libro?

Porque en Asturias son el núcleo duro, el capitán del barco. Sin mujeres como las de aquí no existiría una sociedad como la asturiana.

Usted sostiene que aquí nunca hubo desigualdad.

El papel de la mujer como ciudadana de segunda no se dio aquí. Llevan siglos siendo iguales a los hombres, aparte de las diferencias administrativas. Nadie le tose a una asturiana, son orgullosas y valientes.

En cuanto a las recetas, ¿hay alguna que le guste especialmente?

Las que más son los callos y el repollo relleno, aunque todas son exquisitas. Nuestro vacuno es todo un tesoro.

¿Tan buena le parece?

Sí, y es lógico. En Asturias hay 200.000 vacas que se pasan la vida pastando en libertad. La ternera asturiana de la montaña es el caviar de la carne.

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