Las estaciones de esquí de Aragón se despiden este mes con espesores de nieve de hasta dos metros y tras haber culminado la mejor temporada de los últimos 25 años. Los siete centros invernales de la comunidad han batido todos sus récords de afluencia tras recibir durante los últimos cinco meses 1,8 millones de visitas, según explicaron ayer sus responsables.

La temporada, favorecida principalmente por las condiciones meteorológicas (este año ha habido abundantes nevadas), ha sido además una de las más largas. En total, se han superado los 100 días de apertura. La mayoría de las estaciones abrieron el 15 de noviembre y Cerler, Formigal y Astún cerrarán este fin de semana y Candanchú permanecerá abierta hasta el 26.

El turismo de nieve ha permitido que la ocupación hotelera haya alcanzado el 75% de las 40.000 plazas cercanas a las estaciones.

La consecución de estas cifras ha requerido, eso sí, un notable esfuerzo económico (en buena parte público). Las inversiones en modernización y ampliación de los centros de esquí han supuesto 13 millones de euros sólo esta temporada y 180 millones en los últimos diez años. La sociedad Nieve de Aragón ha invertido casi un millón de euros este año en publicidad y el Gobierno de Aragón ha dedicado otros 3 millones en promoción y convenios suscritos con Pyrenair.

Cerler y Formigal cerrarán la temporada este fin de semana con 147 kilómetros esquiables, descuentos para los visitantes y sendas fiestas de despedida que se celebrarán el sábado.

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