«Extrema saturación de pacientes, apiñados en lugares nunca vistos como pasillos o salas de exploración y cerca de 100 enfermos diagnosticados al mediodía a la espera de una cama». Ése es el panorama que, según denunciaron los propios trabajadores, se vivió ayer y durante buena parte de la Semana Santa en las Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac).

La propia plantilla, a través de la Comisión de Centro de Especializada del hospital, aseguró que «la falta de previsión de la gerencia» y «la reducción de las altas hospitalarias» durante las vacaciones provocó que desde el pasado sábado «cientos de personas» esperasen por ingresar en el Chuac.

«Llevo desde el 2000 trabajando aquí y es la primera vez que se ven hasta seis camas al mismo tiempo en el pasillo, con gente que tenía que orinar en la cuña delante de otros. Lo de hoy fue extremo», contaba ayer Graciela Núñez, delegada sindical de la Comisión de Centro.

Los trabajadores denunciaron que «apenas queda espacio físico» para trabajar y aunque se aumentó el personal en los últimos años, «quizá esté mal distribuido». «La calidad asistencial está por los suelos. Esto es como los hoteles: si no sale gente, tampoco se puede meter a nadie más. Deberían haber abierto camas en el Abente y Lago o en el Materno y no esperar a que todo esté completamente saturado. Ni los enfermos, ni los pacientes ni nosotros lo entendemos», afirma Graciela.

Normalidad por la tarde

Desde la dirección del centro confirmaron que la situación estaba «totalmente normalizada» a las tres de la tarde, aunque sí admitieron que se atendieron a más enfermos de lo habitual: 384 frente a una media de 299.

Explican que se debió a los «altibajos en el tiempo» de los pasados días y que afectaron sobre todo a las personas más mayores provocándoles problemas respiratorios. «Fue algo de lo más normal», reiteraron. Hoy, según los trabajadores, habrá una reunión de la plantilla con la gerencia.

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