Todavía quedan rincones por explorar en el mundo. Juan Francisco Cerezo, un aventurero murciano, lo sabe bien porque durante 20 años se lo ha recorrido en bicicleta. Ahora, está inmerso en uno de sus proyectos más ambiciosos. Prepara la expedición para descubrir unas 35 pirámides incas existentes en las estribaciones de los Andes, en la Amazonía.

"Están en una zona de difícil acceso y que siempre está nublada. Pero en los años setenta un piloto español pudo divisar desde la altura las pirámides. Tenían relación con las egipcias", cuenta Juan Francisco Cerezo.

"El escritor Alberto Vázquez-Figueroa me lo contó en una cena. Me dijo que hubo un proyecto con Televisión Española pero por los avatares de la Transición se frustró el descubrimiento", dice el aventurero.

A la financiación

Juan Francisco Cerezo, que ha temido por su vida ante un elefante de cinco toneladas y tras ser torturado en el Kurdistán, ve con ilusión ese viaje al Amazonas, esta vez sin bicicleta. "Tendremos que ir a caballo. Está cerca de una zona fronteriza y esperamos que de lo que descubramos nos podamos traer algo para exponerlo en Murcia", dice.

Él está intentando formar un equipo de expertos porque creen que, junto a las pirámides, hay restos arqueológicos. "Hablaré con la Universidad de Murcia", dice.

El problema es la falta de financiación para llevar a cabo el proyecto. "Tengo que buscar el dinero fuera de la Región. En Murcia estamos en el Paleolítico. O eres amigo de algún político del PP o no te dan ayudas".

Este murciano aventurero cuenta cómo en un viaje al centro de Australia se llevaron el logotipo de Caravaca Jubilar 2003, pero "luego no nos dieron ni las gracias".

El viajero compulsivo

Juan Francisco Cerezo, de 43 años y con una niña, dejó su trabajo de profesor de Informática en los ochenta para vivir de la aventura o, al menos, intentarlo ya que no quería llegar a la jubilación para hacer lo que realmente le gustaba. Ahora suele dar conferencias en institutos a jóvenes atraídos por la aventura.