El Gobierno ha atendido la petición del presidente del ejecutivo italiano, Silvio Berlusconi, y ha decidido colaborar en la reconstrucción de la fortaleza española en L'Aquila, tras los daños que ha causado el terremoto que el lunes azotó el centro del país.

La Dirección General de Comunicación Exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha hecho público un comunicado en el que anuncia la intención del Gobierno español de colaborar en la restauración de la fortaleza, erigida en tiempos de Carlos V.

El Ministerio de Cultura enviará una comisión de expertos con el fin de evaluar los daños causados, mientras que Asuntos Exteriores y Cooperación, a través de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional, hará una aportación económica para contribuir a los trabajos de rehabilitación.

La fortaleza española es uno de los monumentos -junto a la Puerta de Nápoles, dedicada al emperador Carlos I de España- que recuerdan la dominación española sobre la ciudad de L'Aquila, que formó parte del Reino de Nápoles desde 1527 a 1738.

293 fallecidos

Con el hallazgo el sábado del cadáver de una anciana entre los escombros de una casa en el centro de la ciudad de L'Aquila, el número provisional de víctimas del terremoto que sacudió la región italiana de los Abruzos asciende a 293, informó Protección Civil. El cadáver fue localizado en una casa de Vía XX de Septiembre, enfrente de la Casa del Estudiante, una especie de colegio mayor que se desplomó y donde fallecieron varios estudiantes.

Este domingo, Pascua de Resurrección, el presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, vuelve a L'Aquila para pasar la jornada con los miles de damnificados del terremoto. Desde el pasado día 6, cuando se produjo el temblor, las réplicas registradas en los Abruzos han sido 1.096, de ellas tres con una magnitud superior a 5 grados en la escala de Richter y 9 con una magnitud superior a 4 grados.

No se buscan más cadáveres

Todas las personas desaparecidas por los derrumbes causados por el terremoto han sido encontradas ya, la mayoría muertas, por lo que, según los bomberos, no se buscan cadáveres, aunque se prestará atención durante la retirada de escombros por si aparece alguno.

Los bomberos, según dijeron a los medios locales, no creen que debajo de los escombros pueda haber, siete días después del terremoto, personas vivas, ya que consideran que más de cinco días no resiste un cuerpo humano.