El desempleo sigue azotando con fuerza a la ciudad en plena crisis. Los últimos datos de Trabajo dejan poco espacio para la duda y algo menos para la esperanza: en lo que va de año 27 coruñeses ya se anotan cada día en la lista del Inem.

Así, desde el pasado diciembre el desempleo sumó otros 1.632 nuevos parados en la urbe herculina, y se pasó de 15.192 que había a finales de 2008 a los 16.823 contabilizados el pasado mes de febrero.

Pero las estadísticas no sólo muestran números, sino también un panorama negro en una ciudad cuya economía bebe directamente del sector servicios. Y es precisamente éste el más azotado por la crisis: del total de desempleados registrados en A Coruña, casi el 70% procede de comercios, hostelería o turismo. Pero lo que no ha cambiado casi nada en el último año es el perfil del desempleado: la mayoría son mujeres de entre 25 y 44 años.

Y también son ellas las que viven más de cerca el trabajo precario, porque el 55% de los 6.207 contratos temporales registrados en el mes de febrero tuvieron firma femenina.

Pocos indefinidos

Y en la balanza de despidos y contratos tampoco hay igualdad: frente a un aumento de un 23% de los parados en el último año en A Coruña, las contrataciones han caído un 28%. Y sólo seis de cada 100 nuevas incorporaciones a una empresa son de carácter indefinido (416 de un total de 7.031 contratos firmados el pasado febrero).

En la cola del INEM

Alejandra Sendic. 30 años. «Aguanto; no sé en un mes». «Estuve trabajando tres años en una panadería, y ahora se me acaba de terminar el contrato, aunque me dijeron que me intentarán repescar en poco tiempo. Yo confío, porque ahora está muy complicado todo para conseguir cualquier cosa. Por lo de ahora voy aguantando, pero a ver cómo estoy dentro de un mes».

Carlos Bello. 37 años. «Si sigue así, me voy fuera». «El año pasado rechazabas ofertas en el ámbito al que yo me dedico (industria química), y ahora no tienes nada de nada a lo que agarrarte. Me quedé en paro hace unos cuantos meses, y si esto sigue así ya pienso en irme fuera del país, a Holanda, por ejemplo, donde sí que hay cosas para lo mío».