Nadie diría que tomando la salida 19AB de la M-40 se accede, en plena tierra de secano, a la mayor lonja del planeta: la de Mercamadrid (42.600 m2).

Sólo Tokio, en Japón, supera al mercado madrileño de pescados y mariscos en volumen, aunque no en variedad de especies.

Junto a éste, otra zona dedicada a la venta de frutas y verduras, y otra específica para carnes, completan la superficie (176 hectáreas entre almacenajes, administración, viales, zonas verdes...) del que está considerado como el mayor mercado europeo de alimentos perecederos, y que abastece a nueve millones de habitantes, entre España y Portugal.

Muy madrugadores

Por su peaje acceden a diario 15.000 vehículos y 18.000 compradores de un radio de influencia que supera los 400 kilómetros.

Mientras la ciudad duerme, la actividad es frenética en el recinto, a cuya entrada un cartel advierte: "Prohibido fumar, escupir y comer".

Al filo de la medianoche comienzan a llegar los camiones cargados con mercancías de toda España. Y de más allá.

La crisis se nota

Muy poco después, sobre las tres, desembarcan los compradores. Entre ellos Francisco Sanz, un vecino de Santos de la Humosa que desde hace años acude a su cita mañanera: "Compro para mi restaurante y para un hotel de Barajas", explica.

En el puesto de Fernando Calvo está echándole un ojo al atún, a las sardinas y al mero: "Me gasto de 1.000 a 1.500 euros, depende, porque la crisis se nota".

Y Fernando asiente: "Llevamos meses muy flojos, ya no hay la misma clientela". Lo dice el dueño de uno de los ocho grandes puestos (hay 156) de esta atípica lonja que despacha al mes 111.000 kilos de género y tiene una previsión de caja mensual de 549.000 euros.

La gamba, lo más cotizado

No hay variedad del mar que no esté disponible: desde salmón noruego (a 4,20 euros/kg) hasta dorada turca. Aunque lo más cotizado este miércoles era la gamba nacional: a 120 euros/kg la de Santa Pola.

Pero como no sólo de mar vive el hombre, hasta 392 puestos se encargan de las frutas y verduras. Por allí se dejó caer la hermana Nieves, una religiosa que hacía la compra para las 300 personas de su congregación, en Fuencarral: "Es más barato".

Lo que no todo el mundo sabe es que no sólo los minoristas (restaurantes, hoteles, pescaderías, carnicerías o fruterías) pueden acceder a Mercamadrid, sino que cualquier particular puede comprar carnes y embutidos en una zona especialmente habilitada: el mercado polivalente. Hasta allí llegan dos líneas de la EMT: la T32 desde Legazpi y la 130 entre Villaverde y Vicálvaro.

Mercamadrid en cifras