La cifra es un 51,8% superior a la registrada en enero de 2020, antes del estallido de la pandemia de COVID-19. La cuantía media por beneficiario fue de 1.030,5 euros, la más alta del país; de hecho, Baleares es la única región que supera la barrera de los 1.000 euros mensuales.

Cabe recordar que la estadística del gasto en prestaciones se publica con un mes de retraso respecto a los datos del paro y afiliación, cuyas cifras de febrero se han dado a conocer también este martes.

La mayor parte del gasto corresponde a prestaciones contributivas (153,1 millones), seguido de subsidios (14 millones) y renta activa de inserción (0,9 millones).

Estas prestaciones llegaron a 110.556 beneficiarios: 86.648 de prestaciones contributivas, 22.112 de subsidios y 1.796 de renta activa de inserción. De ellos, 27.042 son extranjeros: 13.499 de países comunitarios y 13.543 de países extracomunitarios.

En enero el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) recibió 68.611 solicitudes de prestaciones por desempleo en Baleares, y concedió 61.739. El plazo de reconocimiento fue de 13,05 días, mientras que la media nacional es de 7,39 días.