Cerco a los conductores que sobrepasan el límite de velocidad en Barcelona: la ciudad se equipa con casi 50 radares

Trànsit a la Ronda de Dalt de Barcelona. Cotxes. Retencions.
La Ronda de Dalt de Barcelona, donde ya se instaló un radar de tramo en 2016.
SERVEI CATALÀ DE TRÀNSIT - Archivo
Trànsit a la Ronda de Dalt de Barcelona. Cotxes. Retencions.

En un momento en el que los conductores pisan más el acelerador en Barcelona por la disminución del tráfico debido a las restricciones por la Covid, el Ayuntamiento ha anunciado este lunes que por primera vez se desplegarán radares en el interior de la ciudad para evitar que se sobrepase el límite de velocidad. Se instalarán casi una cincuentena, 46, a partir de este mismo año, que se sumarán a los 11 que hay actualmente en los accesos a la capital catalana.

Ha informado de ello la concejala de Movilidad, Rosa Alarcón, después de que la semana pasada el Consistorio diera a conocer que en 2020, año en que llegó la pandemia, la Guardia Urbana impuso 604.104 multas por correr más de lo permitido, cerca del doble que en 2019 (347.173). Además, el exceso de velocidad fue una de las causas indirectas principales de los siniestros de tráfico en la ciudad.

De los 46 radares, dos serán de tramo (controlan la velocidad media a lo largo de un recorrido determinado) y 44 de punto. De estos últimos, 12 estarán situados en entornos escolares donde la velocidad máxima autorizada se reducirá a 30 kilómetros por hora. Además, los radares rotativos pedagógicos, que se utilizan para alertar pero no para sancionar, llegarán a 30 ubicaciones más en 2021.

Alarcón ha señalado que la medida puede generar "inquietud" entre los conductores, pero ha remarcado que el objetivo no es sancionar sino garantizar que se cumplen los límites. Por eso, ha dicho, "todos los radares estarán señalizados y todo el mundo sabrá donde se encuentran".

Radares de tramo

Este mismo marzo entrará en funcionamiento el de tramo ya anunciado en 2019 en el Túnel de la Rovira, desde la plaza Alfons el Savi hasta la rambla del Carmel. Será el segundo radar de este tipo que se instale en la ciudad, después del que se colocó en 2016 en la Ronda de Dalt, entre Karl Marx y el Nus de la Trinitat.

Para este verano está previsto otro de las mismas características en el Túnel de Badal, de la plaza Cerdà a la avenida Diagonal, y próximamente se licitará otro más para la Ronda Litoral, en el tramo comprendido entre la Barceloneta y Miramar, con el objetivo de ponerlo en marcha en 2022.

El hecho de que los radares de tramo, con un coste de unos 250.000 euros cada uno, permitan calcular la velocidad media en un recorrido hace posible identificar a los vehículos que superan el límite de forma continuada. Además, evita el efecto frenazo-aceleración que con frecuencia se produce en los de punto y posibilita al conductor corregir un exceso de rapidez momentáneo.

Radares de punto

En cuanto a los 32 radares de punto previstos, se empezarán a instalar a finales de este año en vías principales y calles con una velocidad limitada a 30 kilómetros por hora donde la Guardia Urbana ha detectado un exceso de infracciones. Tienen un coste de unos 30.000 euros por unidad.

Estarán ubicados en Pau Claris con Urquinaona; Aragó entre Urgell y Casanovas y con Corunya; Diagonal a la altura de Roger de Flor, de Numància y a partir de Pius XII/Palau de Pedralbes; Paral·lel, a la altura de Palaudàries; Gran Via de les Corts Catalanes a la altura de Química, de Selva de Mar y de Sant Roc/Sant Germà; calle A con calle número 2; el túnel de la ronda de General Mitre; Balmes con General Mitre; General Mitre a la altura de Ganduxer; Bonanova con Anglí; e Isaac Newton con Císter. También en Jv Foix con Ramon Miquel i Planes, avenida Vallvidrera en la zona de la estación Peu del Funicular de FGC, Anglí con Hort de la Vila, Travessera de Dalt con Verdi, Estatut con Jorge Manrique, Piferrer con Alella, Fabra i Puig con Canigó, Santander con Cànem y Felip II con Múrcia. Se instalarán, asimismo, en Ferran Junoy con Sao Paulo, Meridiana con Sant Antoni Maria Claret, avenida Litoral con Arquitecte Sert y entre Llacuna y Jaume Vicens Vives, Rocafort con Sepúlveda, calle de Sants con Espanya Industrial y Bonanova con Iradier.

Los radares en entornos escolares se situarán en los que se reduzca la velocidad a 30 kilómetros por hora este año. Estarán en los alrededores de las escuelas Ítaca, Anglesola, Lestonnac, Escolàpies Llúria, Dominiques, Dovella, Infant Jesús, MiralletesAntoni Balmanya, Pia, Poeta Foix, Xirinacs, Entença y Aigües. También en el entorno del instituto Moisès Broggi y del centro educativo López Vicuña.

Radares pedagógicos

Sobre los radares pedagógicos, con paneles electrónicos que muestran a los conductores la velocidad a la que circulan, el Ayuntamiento ha recordado que se empezaron a poner en funcionamiento en Barcelona en 2013 y ha informado de que desde entonces se han instalado de forma rotativa en 105 puntos. Este año se llegará a 135, con la suma de 30 más.

El director de Servicios de Movilidad del Consistorio, Adrià Gomila, ha apuntado que sirven para recoger datos y medir velocidades, pero que también tienen un "efecto" sobre los conductores, que reducen la velocidad. Este, según ha dicho, dura entre tres y cuatro semanas, y por eso se varía la ubicación.

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