Buena noticia en El Acebuche, en el Parque Nacional Natural de Doñana. En las últimas dos semanas han nacido trece nuevos cachorros de lince ibérico. El programa de cría en cautividad ha tenido otro éxito. Lo malo es que cinco de ellos han muerto. Duna y Barraca no fueron capaces de sacar adelante a sus crías. Pero Castañuela, que alumbró tres, y Dama, que parió dos, se han mostrado como dos excelentes mamás a pesar de ser ambas hembras primerizas. También tuvo tres crías Saliera, hembra que ya ha tenido partos anteriores y que ha mostrado un comportamiento maternal excepcional.

De esta manera, el programa de cría en cautividad del lince ibérico vuelve a ofrecer datos esperanzadores para esta especie en peligro de extinción. La presente campaña de cría cuenta con 22 hembras con potencial reproductor (diez en La Olivilla, ocho en El Acebuche y dos en el Zoobotánico de Jerez), de las que 16 han copulado con los diferentes machos. Y de éstas son ya diez las que han dado positivo en los test de embarazo que les han realizado los investigadores.

A diferencia de temporadas anteriores de reproducción, donde las cópulas más tardías se producían a mediados de febrero, este año la temporada de apareamientos se ha prolongado hasta bien entrado el mes de marzo, por lo que, según los investigadores que participan en el programa, hay posibilidades se puedan producir partos incluso en el mes de mayo.

La primera en conocer a sus cachorros fue Saliega, una madre muy experimentada. Tuvo tres cachorros y, desde el primer momento, los atiende y alimenta en el interior de su paridera. Lo curioso es que Saliega comparte recinto con su hija del año anterior, Enea, quien muestra mucha curiosidad ante sus tres nuevos hermanos y parece estar aprendiendo de su madre la forma correcta de atender una camada.

El parto siguiente fue el de Dama, una hembra primeriza de dos años que es hija de Saliega. Al principio, dejó patente su falta de experiencia, al no saber cómo atender a las dos crías. Incluso estuvo dudando en si abandonar la paridera o quedarse junto a sus pequeños. Al final, optó por esta última opción y, por el momento, se está mostrando como una buena mamá.

El 26 de marzo, Duna tuvo tres cachorros, pero fallecieron unas horas después por un cuadro de congestión aguda generalizada, ya que la madre se desentendió de ellos desde el primer momento. Los investigadores se hicieron cargo de ellos, pero los cuidados médicos no fueron suficientes para salvar sus vidas. La misma suerte corrieron los cachorros de Barraca, una hembra primeriza capturada en Sierra Morena. Tuvo dos, pero nacieron muy débiles, con capacidad de movimiento limitada, y no pudieron superar la primera hora de vida.

Finalmente, Castañuela, hembra primeriza de tres años e hija también de Saliega, que tuvo tres cachorros. Desde el principio mostró un buen instinto maternal y su cuidados fueron mejorando según pasaban las horas. Los tres pequeños evolucionan correctamente.

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