La asociación de vecinos El Romeral contra el Ruido ya no puede más. Desde hace cinco años, este colectivo reclama que el Ayuntamiento acabe con la saturación acústica que padecen, generada, en su opinión, porque negocios de hostelería «colocan en la acera más mesas de las que les corresponden por ley», describe Lidia Villalón, portavoz de la asociación.

La principal fuente de ruido se localiza en las calles Margarita Xirgu y Andrómeda y las avenidas Plutarco y Parménides. Y, aunque ahora tildan el ruido de «soportable», se esperan otro verano más de proporciones «insoportables».

Villalón tilda la peor época desde mediados de abril hasta final de octubre y afirma que el Ayuntamiento prometió allí cinco medidores de ruido (en Margarita Xirgu y Plutarco, entre otras ubicaciones), «pero aún no han puesto nada».

El colectivo, con algunos miembros que padecen ansiedad y estrés, exige que la zona sea declarada como acústicamente saturada y, además: «Se tendría que llevar un control más riguroso para no pusieran exceso de mesas y reducir el horario de cierre».

No más licencias de apertura

La ordenanza para la prevención y control del ruido que aprobó el pleno del Ayuntamiento el pasado jueves (no entrará en vigor hasta que se publique en el BOP, dentro de un mes y medio) prevé la declaración de zonas acústicamente saturadas para aquellas «en las que existan numerosas actividades de establecimientos públicos». La declaración cerraría la puerta a que se pudieran otorgar más licencias de apertura.