Miguel Ríos «Triunfan canciones prefabricadas»

El rockero incombustible promete una sesión con sus temas cañeros.
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Mutxamel es el escenario (hoy, 23.30 h. Parque Municipal El Canyar, 18 euros) de un regreso al sonido más genuino del granadino, con matices de hoy.

En su último disco canta a «todo lo que le debe a Madrid», ¿le debe algo a Alicante?

Claro, algunos conciertos y muy buenos arroces, por ejemplo, uno en el Puerto.

En poco tiempo, dos trabajos: 60 mp3 y la versión DVD del Rock & Ríos. ¿Qué queda de aquel concierto histórico, aparte de John Parsons?

También trabajo con Carlos Narea, Tato Gómez... y con otros muchos de entonces, pero depende del tiempo que tienen. Queda muchísimo, muchas canciones que voy a tocar en Mutxamel, y vivencias.

Pero dos estilos: un último disco de estudio, tranquilo, frente a aquel espectáculo vivo.

Son mundos complementarios: el estudio da una impronta y en directo las canciones ya están vividas por la gente.

¿Qué canción haría hoy como Un caballo llamado muerte, sobre terrorismo o la guerra de Irak, en vez de la heroína?

En 60 mp3 ya hay una canción sobre esta guerra atroz, se llama Oración y está escrita por el poeta Luis García Montero. La hicimos el año pasado, cuando las manifestaciones contra esta locura que ahora el mundo está pagando.

¿En qué grupos tenemos hoy esas letras comprometidas?

En el panorama musical actual, en lo más masivo, que son estas canciones prefabricadas, no hay mucho compromiso, pero hay otros artistas al otro lado de la trinchera, como Manolo García o M-Clan.

Su hija se llama Libertad, y hoy se habla más que nada de libertad de mercado...

Depende de cómo se pronuncie esa palabra y de quién la diga tendrá una semántica.

Aquello de «el rocanrol es boomerang y siempre volverá», ¿cuándo volverá a sus discos?

En este último hay mucho rock. Y tampoco tengo la sensación de que tenga que volver a nada. Mi fin es divertirme, ir a cantar y que la gente se vea reflejada en canciones.

BIO

Nació en Granada en 1944. Desde mediados de los sesenta inició una abundante carrera con múltiples registros, desde Vuelvo a Granada (1968) o Himno a la alegría, de Beethoven (1969), hasta el último disco, 60 mp3 (2004). Pero sus más altas cotas de popularidad y prestigio, como precursor del rock en vivo y en castellano, llegaron con el LP Rock and roll boomerang (1980) y las giras Rock & Ríos (1982) y Rock de una noche de verano (1983).

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