¡Oh envío a casa, gran comodidad de los supermercados modernos! El cliente hace su compra, da su dirección, y a la hora convenida, le llevan el pedido a domicilio. Pero en Bilbao está surgiendo un problema: cada vez hay más calles peatonales, y en éstas no es posible meter la furgoneta de reparto. A día de hoy, sesenta de las 900 vías de la capital son sólo para el peatón. El Ayuntamiento prevé añadir quince más próximamente.

¿Qué hacer? Pues todo queda a criterio de los súper. Algunos se niegan a enviar la compra a calles peatonales, y otros lo hacen sorteando adoquines y multas.

El segundo caso es el de Carrefour. Esta cadena lleva la compra a casa aunque el cliente viva en zona peatonal. Para ello, los repartidores aparcan la furgoneta afuera del área vedada a los coches, y los mozos portean la compra hasta el portal del cliente. Otras veces son más expeditivos, y meten la camioneta en la calle peatonal exponiéndose a multas. Las paga la empresa, no el empleado.

No en vano, el mayor Carrefour en Bilbao está en la Plaza Santos Juanes, justo en la puerta del Casco Viejo, un barrio íntegramente peatonal. Si no llevaran a casa los pedidos, perderían clientes.

Supermercados Eroski es más cauto. Esta empresa sólo lleva pedidos a las zonas peatonales en horario de carga y descarga. Es decir, de 08.00 a 11.00 horas. Pero en ese horario suele ser difícil que haya alguien en casa.

Censo de zonas accesibles

No es lo mismo la calle del Perro que la calle Berastegi. Ambas son vías peatonales, pero la primera está muy alejada de la carretera, y la segunda, está a pie de asfalto. Por eso, Eroski está realizando un censo calle a calle en Bilbao para discernir entre calles peatonales. Es decir, para conocer a qué calles peatonales pueden enviar repartos y a cuáles no.

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