«La inmigración en Asturias tiene cara de mujer». De esta forma resumió ayer la radiografía de la población extranjera que vive en la región el delegado del Gobierno, Antonio Trevín. Hay 21.608 inmigrantes de fuera de la Unión Europea que residen de forma legal en el Principado y más de la mitad, el 55,2% (11.947) son mujeres.

Puede que tenga que ver con sus ocupaciones, el 17% (2.139) de los inmigrantes trabaja como empleados del hogar y ese es un oficio totalmente feminizado.

El número de extranjeros que hoy viven en el Principado se ha multiplicado casi por seis en seis años cuando eran a penas 3.808.

Oviedo es la ciudad que más extranjeros recibe. En la capital vive casi el 40%, 8.614 (aquí la cifra de inmigrantes se ha multiplicado por algo más de 4 desde 2003) frente a los 6.036 que residen en Gijón (se multiplicó por 3,5 en ese tiempo).

Avilés, Siero, Mieres y Llanes son, por este orden, los otros concejos asturianos que los inmigrantes eligen para fijar su residencia. En Llanes son 337 y es el concejo donde más se ha incrementado la cifra de extranjeros en los seis últimos años, se ha multiplicado por seis.

La crisis también les afecta

Los inmigrantes vienen de la siguiente manera: llegan a Asturias y «cuando adquieren estabilidad» trae el resto de la familia.

Aunque parece que la crisis se nota también entre los inmigrantes. En 2006 y 2007 unas 800 familias se reagruparon en la región. En 2008 la cifra cayó a 570, casi a niveles de 2005. La situación económica por la que atraviesa nuestro país les hace pensárselo más. Y no es para menos.

En 2006 1.887 extranjeros buscaban trabajo. Ahora son casi el doble, 3.579.

Por procedencia, la mayoría de los extranjeros extracomunitarios que llegan -los rumanos ya son más numerosos- son de Ecuador, el 21% (4.576). Le sigue Colombia (3.260), República Dominicana (1.819), Argentina (1.140), Marruecos (1.642) y Brasil (1.344).

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