Rabietas, lloros e incluso vómitos y dolor de estómago son algunos de los síntomas que padecerán los más pequeños. «Los que peor lo llevan son los que no han acudido con anterioridad a la guardería», explica la doctora María Ángeles Quilos, pediatra y psicóloga.

En estos casos, el periodo de adaptación varía entre una semana y quince días. Durante este tiempo es habitual que los niños vuelvan a hacerse pis por la noche (lo típico es que le suceda al 15% de los pequeños de más de tres años) y en determinados casos se traslada también al resto del día. Pero suele desaparecer a los pocos días.

El miedo al colegio suele desaparecer con la primaria, pero reaparece a los 12 años con el salto a la secundaria y, sobre todo, en adolescentes que cambian de centro.

También en la ESO

«Son edades muy difíciles en las que el grupo es el lazo de unión más fuerte. Si se le quita, se siente inseguro», explica Quilos. En estos casos, el terror al instituto (que afecta más a los alumnos con problemas de adaptación) puede derivar en fracaso escolar e incluso, a veces,  en ansiedad y depresión.

Hablar del colegio en positivo

Preparar a los hijos con antelación asociando ese momento a algo positivo es el mejor consejo para la vuelta al cole. «Hacer que el niño prepare su material, contarle lo divertido que será, los niños que conocerá, crearle ilusión», aconseja Quilos, psicóloga andaluza. Lo fundamental es transmitir tranquilidad al hijo. Por eso, los padres deben evitar, sobre todo, cuando el niño va por primera vez a la guardería, mostrarse con preocupación.

Algunos consejos

Ir de compras.- Ayuda compartir las compras de material escolar y revisar los libros juntos.

Ver antes de ir.- También acercarse al centro escolar con él.

No ceder al chantaje.- Es importante no ceder a las pataletas del niño que quiere dejar el colegio.

Ni lloros ni angustia.- Los padres no deben mostrar angustia o preocupación cuando dejen al niño en la escuela.