«El color ámbar no es para acelerar más; sino para advertir de que el semáforo se va a poner en rojo, con lo que hay que frenar y detenerse». Lo dicen las normativas de tráfico, aunque, según parece,  la mayoría de los conductores no lo saben. O no hacen caso y, en su lugar, aceleran y terminan cruzando en rojo.

Es lo que hace que año a año en Bilbao se pongan unas 2.000 multas por este motivo. Es lo que hace también que se den no pocos accidentes y atropellos en la ciudad. Y ante estas infracciones,  máximo control al canto.

Hasta seis cámaras en otros tantos cruces de Bilbao cazarán las matrículas de los coches que se salten el semáforo en rojo. Ya se están colocando y en unas semanas se probarán. Entrarán en funcionamiento en torno al verano, según ha explicado el concejal de Circulación, Asier Abaunza, a este periódico.

Señal de advertencia

El sistema, que estará debidamente señalizado, se colocará en las intersecciones de Alameda de Mazarredo con Gran Vía y con Colón de Larreategi; de General Concha y Autonomía; de Iparraguirre con Gran Vía; de Alameda de Urkijo con Sabino Arana y Avenida del Ferrocarril con Autonomía. Cada cámara tomará hasta tres fotos del infractor.

No hay nada más que darse una vuelta para por estos cruces para ver el alcance del problema. «Saltarse el semáforo es la causa principal de los choques en las intersecciones», confirma el responsable municipal. Los atropellos van disminuyendo poco a poco en Bilbao, pero el año pasado aún se produjeron unos 200. Son la mitad de los que se daban hace tan sólo tres años.

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