Las carreteras de la provincia cuentan con un total de siete tramos con especial incidencia de concentración de siniestralidad, lo que se denomina puntos negros, que la Jefatura Provincial de Tráfico estudia para su eliminación.

El nuevo jefe de Tráfico de Córdoba, José Antonio Río, ha informado de que los mismos están ubicados en la antigua N-IV en el punto kilométrico 384,3 a la altura de Alcolea, dos en la A-4 en los puntos 400,9 y 410, y otro más en A-445 a la altura del cruce de la carretera de La Carlota-Posadas hacia Palma del Río y que se localiza en el punto kilométrico 16.

El resto de puntos negros están ubicados en la A-431 en la carretera de Palma de Río a la altura del Higuerón, en la N-432 que une Granada-Badajoz en el kilómetro 310 y el último se localiza en la A-342 en el punto kilométrico 5,3 de la vía que une Monturque y Cabra.

Por otro lado, Ríos ha afirmado que las carreteras cordobesas cuentan con un total de diez radares fijos y "existe la posibilidad de instalar más", si bien será la Dirección General de Carreteras la que estudie el proyecto, ya que la velocidad es un elemento "relevante" en los accidentes.

Además, el jefe de Tráfico ha valorado que los grupos políticos estudien la posibilidad de modificar la Ley de Seguridad Vial para que la recaudación por las sanciones se destine para mejorar las carreteras u otros aspectos relacionados con la sensibilidad de los conductores.

Menos siniestros

Respecto al índice de siniestralidad, Ríos ha destacado que "se mantiene el número de accidentes", aunque se han reducido los fallecimientos en las carreteras cordobesas en un 40%, frente al 20% de la media nacional. Éste índice es "especialmente significativo" en los conductores de motocicletas y ciclomotores final, cuyo índice de siniestralidad se ha reducido en un 27% en el último año.

Por otro lado, Ríos ha detallado que el pasado año más de 66.000 cordobeses realizaron algún trámite en la jefatura y emplearon una media de 30 minutos para llevarlo a cabo.

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