La Conselleria de Justicia de Cataluña, a través de la Dirección General de Memoria Democrática, ha podido confirmar que el cuerpo recuperado en una fosa del cementerio de los Reguers, en Tortosa (Tarragona), corresponde al maquis aragonés Francisco Serrano Iranzo, conocido como 'el Rubio'. 

En un comunicado, la Generalitat ha señalado que el ADN de los huesos extraído y analizado ha coincidido con el perfil genético de la hija del guerrillero, Lidia Serrano.

La excavación para encontrar al maquis se llevó a cabo entre noviembre y diciembre de 2020. Los arqueólogos encontraron el cuerpo con un disparo de bala en la pelvis derecha, un dato que ya coincidía con la autopsia que se practicó al cadáver del maqui en 1954. 

El cuerpo, que apareció boca abajo y sin ataúd, se encontró en el punto que determinaba el estudio previo de la Dirección General y que también aseguraba el relato de un testigo.

Muerte

Francisco Serrano, el Rubio, era un guerrillero antifranquista que actuaba en la zona del Maestrat, Els Ports y la Terra Alta junto con el maqui Florenci Pla, alias Durruti, pero conocido popularmente como la Pastora.

Los dos maquis asaltaron una masía de los Reguers la noche del 3 de agosto de 1954. Entraron en la casa a la hora de cenar e intentaron secuestrar a la hija de la familia para poder obtener dinero y comida. Uno de los hijos, oficial de milicias, tenía una pistola escondida y aprovechó un momento de distracción para disparar a Francisco Serrano.

Los guerrilleros lograron huir de la casa. Florenci Pla se marchó a Andorra, pero Francisco Serrano terminó muriendo a causa de las heridas. Su cuerpo fue encontrado la mañana siguiente en el barranco de Vallcervera, cerca de la masía. El alguacil y el sereno cargaron el cadáver encima de un carro y se lo llevaron al cementerio, donde fue enterrado en el suelo.

Francisco Serrano era natural de Castellote, un municipio de Teruel. La Guardia Civil comunicó la muerte a la familia, pero no permitió trasladar el cuerpo al pueblo natal. La hija del maquis, de 84 años, continúa viviendo en Castellote y tiene la intención de enterrarlo en el pueblo.

Noveno identificado

Francisco Serrano es la novena persona identificada gracias al Programa de identificación genética de la Generalitat, un sistema que dispone de una base de datos con perfiles genéticos de familiares de víctimas y de restos localizados en fosas, que se cruzan para ver si hay coincidencia genética.

De las otras ocho personas identificadas, siete fueron recuperadas de la fosa del Soleràs (Lleida): Leandro Preixens, Tomàs Verdaguer, Ramon Jové, Maria Teresa Mir, Josep Moles, Modesto Sualdea y uno de los dos hermanos Sabatés que desaparecieron durante la Guerra Civil. La otra persona identificada es Elio Ziglioli, un maqui italiano recuperado de la fosa de Castellar del Vallès (Barcelona).

Primer identificado en una fosa de la Guerra Civil gracias al intercambio de ADN entre Cataluña y Navarra

Además de estas nueve personas, el Programa también ha facilitado la identificación de un vecino de Salamanca, Ramon Haro, recuperado de una fosa de Pamplona abierta por el gobierno navarro. La colaboración fue posible a raíz de un convenio firmado entre los gobiernos de Cataluña y Navarra para compartir el ADN. El hijo de la víctima residía en L'Hospitalet de Llobregat y la Generalitat disponía de una muestra genética de él.

Muestras de ADN

El Programa de identificación genética dispone actualmente de unas 2.500 muestras de ADN de donantes vivos y de unos 300 perfiles genéticos de restos de fosas. El proceso es complejo y caro, ya que cada extracción de ADN de un individuo de una fosa tiene un coste aproximado de unos 1.000 euros.

En cambio, la donación de ADN por parte de familiares es gratuita e indolora, y es clave para poder identificar a las víctimas. El Hospital Vall d'Hebron es el encargado de extraer la muestra del frotis bucal. Los familiares que quieran dar una muestra genética deben inscribirse en el Censo de personas desaparecidas. 

Este censo dispone de unos 6.000 casos inscritos, unos 1.500 de los cuales corresponden a personas naturales del resto del Estado que murieron o desaparecieron en Cataluña, como es el caso del maqui Francisco Serrano.

Se calcula que en Cataluña hay unas 20.000 personas enterradas en fosas de la Guerra Civil. La Dirección General de Memoria Democrática tiene documentadas 527 fosas.