Para 73 pequeñas y medianas empresas (pymes) coruñesas, la Administración es un obstáculo más para salir de la crisis: ayuntamientos, Xunta o Gobierno les deben dinero. Según datos de la Plataforma Antimorosidad de las Administraciones (PAA), A Coruña es la provincia gallega en la que hay más negocios pendientes de las instituciones públicas a la hora de cobrar atrasos.

Estas empresas, además, no pueden recurrir a los bancos para intentar tomar algo de aire, porque las entidades les deniegan los préstamos al presentar deudas en sus cuentas.

Sólo en Galicia, los técnicos del Ministerio de Hacienda estiman que esta deuda pública ronda los 620 millones de euros, una cantidad que podría llevar al abismo a «muchos más negocios, la mayoría de la construcción», explican en la PAA. «Hay algunos que no están en estos 73, pero a los que debe dinero otra empresa con la que está endeudada la Administración, por tanto es un círculo cerrado», añaden.

La primera vía de escape a la que se agarran los propietarios de las pymes es a la de contener gastos, pero muy pronto se ven obligados a recortar personal. En A Coruña ya ha habido despidos, y actualmente se encuentran en peligro un centenar de puestos de trabajo.

La PPA reclama que se abran líneas especiales de crédito mientras no llega la estabilidad, además de que la Administración afronte pagos en no más de 90 días. Y los técnicos de Gestha aseguran que, al ritmo actual, el 20% de esas 73 pymes desaparecerán en menos de dos años por falta de liquidez.

F. P. Empresario.

«Cada día puede ser el último»

«No soy ningún gigante de la construcción, y en mi facturación anual (cerca de dos millones de euros) que me deban 120.000 euros es algo que te deja poco margen de maniobra. Me los debe una firma de las consideradas grandes, a la que a su vez se los adeuda un ayuntamiento. Tengo pocos empleados (15), pero ya he tenido que despedir a cuatro».

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