Los hospitales, ambulatorios y centros de salud de la comunidad aragonesa necesitan al menos un millar de sanitarios más para poder asumir las bajas y días de descanso que se cogen los trabajadores, muchas de las cuales se están dejando de cubrir, según denuncia el sindicato médico Cemsatse y confirman los propios facultativos.

Los médicos, que se van a manifestar hoy a las puertas del Gobierno de Aragón, denuncian que el déficit de personal está redundando ya en la calidad asistencial, generando cada vez más largas esperas para los usuarios del sistema sanitario. El Salud no ha convocado oposiciones públicas desde hace siete años y la que está ahora en curso (que corresponde al año 2007) sigue estancada.

El problema se agrava aún más debido a la elevada edad de los médicos (la media está entre los 45 y los 55 años) y las crecientes jubilaciones, que no se están compensando con la contratación de nuevos sanitarios con puesto fijo.

Sólo en el hospital Miguel Servet, el centro de referencia de Aragón, se registraron el año pasado un centenar de jubilaciones. «Y los contratos que se hacen son cada vez más precarios, lo que lleva a muchos sanitarios a irse a otras comunidades y países», explica José Miguel Salas, de UGT.

Trabajan como refuerzo

De las cerca de 20.000 personas que trabajan en la sanidad aragonesa, algo más de 2.000 tienen contratos de refuerzo y de acumulo de tareas. «Del resto, en torno a un 30% son interinos, uno de los porcentajes más elevados de los últimos años», apunta Lorenzo Arracó, de Cemsatse. En la actualidad, la edad media de los especialistas ronda los 33 años.

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