El acusado de obligar a una joven a mantener relaciones sexuales bajo amenaza de difundir en las redes sociales un vídeo de contenido sexual ha insistido en que la relación fue consentida, como otras dos que mantuvieron anteriormente, y que la grabación no existe.

"Era una broma. Nunca la grabé", ha vuelto a afirmar V.G.R. este martes durante la repetición, a instancia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, del juicio que ya se celebró en la Audiencia Provincial de Ciudad Real en noviembre de 2019 y en el que el acusado fue absuelto.

Durante toda su declaración ha insistido en varias ocasiones en que el tono de los mensajes de WhatsApp que hubo la noche del 15 de abril de 2018 -antes de que se produjera la presunta agresión en Porzuna (Ciudad Real)-, era el "leguaje" que utilizaban entre ellos.

La Fiscalía encontró lo ocurrido constitutivos de un delito de agresión sexual, por el cual pide una pena de 10 años de cárcel y otro de amenazas por el que ha solicitado una pena de año y medio de prisión.