Los vecinos de Monte Alto lo tienen claro: se manifestarán «donde haga falta» para que la nueva rampa de acceso a la playa del Matadero «sea accesible para todos». Tras más de ocho denuncias (la última presentada ayer en el Registro de María Pita) y ninguna respuesta, aseguran que esa actuación «es ilegal» y que tanto el Ayuntamiento como la Demarcación de Costas, dependiente del_Ministerio de Medio Ambiente, eluden sus responsabilidades.

«El Gobierno local dice que no tiene competencia y sin embargo dedica 60.000 euros a la asistencia técnica del proyecto. Y Costas asegura que en el dominio marítimo terrestre no tiene por qué cumplir leyes de accesibilidad, es increíble», afirma José Ucha, presidente en funciones de la asociación de vecinos de Monte Alto.

Sin descansillos

La rampa, según los residentes, incumple «todas las normativas vigentes». «Tiene una inclinación del 8% y no dispone de descansillos por cada 25 metros», explica Ucha. Los vecinos cuentan con los apoyos de asociaciones de personas con minusvalía. «Los ecologistas también han puesto el grito en el cielo porque la rampa invade la playa», denuncian.

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