Medio Ambiente estudia destinar al consumo humano agua de uso industrial

El Ministerio de Medio Ambiente estudia rescatar concesiones de agua para uso industrial o regadío en las Confederaciones Hidrográficas del Segura, del Júcar, del Tajo y del Guadalquivir para, en caso necesario, usarlo para el consumo humano.

El director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, explicó hoy en rueda de prensa que "cuando empieza a faltar el agua, la prioridad siempre será el abastecimiento y siempre será la agricultura la que tendrá que donar agua".

Sin embargo, esto no puede significar que se produzca "un expolio que deje inerme e indefensa a la agricultura", sino que el uso del agua debe tener una compensación económica que correrá a cargo del beneficiario del uso del agua. agregó.

Palop compareció en rueda de prensa para informar de la primera reunión del Comité de Expertos en Sequía constituido por el ministerio de Medio Ambiente para evaluar la actual situación y asesorarle para gestionar el déficit de recursos hídricos.

El director general citó un caso en la cuenca del Guadalquivir, donde el área metropolitana de Sevilla negocia directamente con una comunidad de regantes para que cedan el agua al abastecimiento urbano a cambio de compensaciones económicas como fórmula tradicional en épocas de sequía.

También se refirió a las negociaciones entre los arroceros de la cuenca del Guadalquivir y los regantes de Almanzora, en Almería, para alcanzar un acuerdo de uso de agua, aunque señaló que "quizá sea prematuro hablar de ello todavía, pero habría que ensayar fórmulas similares".

El Ministerio lleva "390 millones de euros invertidos en atender a poblaciones con problemas de abastecimiento de agua y ha intervenido en 60 ocasiones a solicitud de ayuntamientos o sistemas supramunicipales".

Las zonas en situación más difícil son el área de Madrid, los canales de Teibilla en Almería y Murcia, el Canal de Isabel II, la Costa del Sol y Cataluña y, si no lloviera en otoño "habría que empezar a mirar con más preocupación".

Palop afirmó que si una zona presenta problemas de abastecimiento, "no se quitan con regulación del uso del agua, sino que hay que acometerlos con soluciones de gestión", para lo cual "las infraestructuras duras como los embalses, son caminos que se deben empezar a recorrer".

Las primeras medidas de regulación son el ahorro interno, aplicar una política de restricciones -decretadas o voluntarias-, de reutilización del agua para jardines y baldeo de calles y otros usos. "Estamos empezando a sondear las posibilidades de desviar agua de otros usos y dar prioridad absoluta al consumo" en algunas zonas especialmente desabastecidas, dijo.

En Cataluña "la situación es muy complicada porque ha llovido muy poco y, si no lloviera, habría que aplicar restricciones fuertes en otoño en varias poblaciones", anunció

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