La famosa estrella televisiva Jennifer Aniston, de 40 años, admite en el próximo número de la revista Elle que ella, como otras muchas actrices, ha probado las virtudes del bótox. Sin embargo, no es una experiencia que le gustaría repetir. "Lo probé, pero no me fue bien. Sentía como si tuviera un peso en mi cabeza", explica la ex de Brad Pitt. Además, tampoco le agradaron los resultados, ya que todo el mundo que lo utiliza "acaba con el mismo rostro". "Hace que las mujeres parezcan más viejas. Con facciones más duras. El bótox acaba con la calidez en una cara. Ves a algunas mujeres y sabes que no son mayores, pero no sabrías decir qué edad tienen. Eso es lo que me paró", añade. Aniston también destaca la adicción que estos tratamientos pueden causar. 
Su opinión es muy similar a la de su íntima amiga y ex compañera de reparto en Friends, Courteney Cox, quien describió este compuesto como "algo fantástico y horrible a la vez", "un arma de doble filo" al que terminó odiando. Aunque, supuestamente, son muchas las artistas que lo han probado para borrar las arrugas de su rostro, son sólo unas pocas las que han confesado hacerlo. Entre ellas figura Vanessa Williams -quien aseguró durante una entrevista a US Magazine que "lo adora"- o la mujer desesperada Teri Hatcher.También el actor Simon Conwell ha comentado en alguna ocasión sus experiencias con el bótox, algo "tan habitual como la pasta dentífrica", según recogió la revista People.