La dura confesión de Celia Villalobos: "A mis hijas les he dicho que he sido una mala madre"

Celia Villalobos, durante la presentación de 'La politica apasionada'.
Celia Villalobos, durante la presentación de 'La politica apasionada'.
GTRES
Celia Villalobos, durante la presentación de 'La politica apasionada'.

¡Qué difícil es en ocasiones echar la vista atrás y arrepentirse! Arrepentirse de verdad, de haber fallado. Y ser consciente de ello. Y poder decirlo en alto una vez se ha asimilado. Lo ha hecho Celia Villalobos, que este lunes se sentaba frente a Toñi Moreno en el plató de Un año de tu vida.

En el programa de Cana Sur, la que fuera Ministra de Sanidad, diputada y alcaldesa de Málaga ha repasado no solo por su currículum y trayectoria profesional, como ya pergeñara en su propio libro, La política apasionada, sino también en la faceta más personal, esa en la que los cargos de mujer, esposa, madre o abuela no pueden ser cesados.

Los está disfrutando ahora más que nunca, combinando días en los que se siente ama de casa con sus visitas a las televisiones, participando en realities o como invitada o colaboradora. Porque, en sus propias palabras, "se me olvidó vivir".

Quizá porque, como se dedicaba "con mucha pasión" a lo suyo, se llevaba el trabajo a casa, dado que desde 1971 Villalobos está casada con Pedro Arriola, una de las mentes pensantes más desconocidas del PP, autor entre otras cosas del "Váyase, Señor González", de José María Aznar o el "está usted traicionando a los muertos" de Mariano Rajoy.

Y ese llevarse el trabajo (y sus cabreos) a casa, con tres hijos criados en parte por el personal doméstico, duele. Sobre todo para Celia, que afirma que "adoraba" a sus hijos, aunque a veces llegaba "con el cuarto de hora", ese lapso de tiempo que "estás cabreada o tienes ganas de matar a alguien".

"He aprendido que cuando tienes el 'cuarto de hora' lo importante es no discutir, quitarte del medio. He vivido mucho tiempo en Málaga separada de él [Arriola] y de los niños. Creo que hemos sido capaces de convivir, cosa que no es fácil", se conforma Villalobos, que entiende que su situación ha sido un poco de mártir.

"Yo intentaba ocultar mis sentimientos porque tenía miedo a que las mujeres no se atreviesen a dar el paso de trabajar", asegura la expolítica popular, que nunca ha querido "decir que echaba de menos pasar más tiempo" con sus hijos en pos de la igualdad.

"Ahora es mucho más fácil porque los hombres sí que comparten. Mi hijo hace las mismas cosas o más que su mujer. Él está más pendiente de su hijo. Y si hay que hacer las camas o hay que barrer, no le dice: te voy a echar en la mano. Es compartir. Eso yo no lo he tenido...", ha comentado con algún pequeño hilo de resignación sobre la conciliación familiar. 

"Muchas veces a mis hijas les digo que he sido una mala madre en ese sentido porque mi vida ha estado demasiado ocupada. Ellas me dicen que es mentira. Mis hijas me adoran y yo las adoro a ellas. Pero un hijo siempre es un hijo", ha argumentado Villalobos.

La malagueña, sin embargo, no tiene tiempo que perder y a sus 71 años lo mismo es una abuela clásica y juega con su nieto al que le encantan "los animalitos" que interviene en Masterchef Celebrity o se abre una cuenta de Instagram (que ya acumula 170.000 seguidores).

"Cuando me levanté y vi que no tenía ninguna llamada empecé a cuestionarme qué iba a ser de mí ahora", ha explicado, al mismo tiempo que precisamente fue esta la razón de que se lo haya pasado "pipa" cuando ha acudido a "MasterChef y  otros programas" o cuando hace sus "recetas en Instagram". Para acabar, le ha comentado a Toñi que cada vez que era calificada como "maruja" por su acento, ella ha respondido: "Yo siempre respondía que lo era con mucho orgullo".

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