Desarticulada una organización que tuvo secuestrado a un hombre durante trece días

  • Hay cinco arrestados, la mayoría de origen marroquí.
  • Especializados en secuestros y falsificación de documentos.
  • Retuvieron a la víctima en un chalé de Fresno de Torote.
Chalé de Fresno de Torote donde una banda tuvo secuestrado 13 días a un hombre. (EFE)
Chalé de Fresno de Torote donde una banda tuvo secuestrado 13 días a un hombre. (EFE)
MINISTERIO DEL INTERIOR / EFE
Chalé de Fresno de Torote donde una banda tuvo secuestrado 13 días a un hombre. (EFE)

Agentes de Policía Nacional han detenido a cinco personas de origen marroquí como presuntos autores de una detención ilegal y falsificación de documentos. En concreto, tuvieron a un hombre trece días secuestrado en una vivienda de la localidad de Fresno de Torote, en Madrid.

Tras la denuncia de la esposa del secuestrado ante la Policía, los investigadores fueron estrechando el cerco a los delincuentes, hasta que el pasado día 3 de marzo, liberaban al secuestrado. Horas antes, el Grupo Especial de Operaciones (GEO) había entrado en un domicilio de la localidad de Fuenlabrada relacionado con los secuestradores.

El secuestro se produjo el 18 de febrero. Después, los delincuentes sacaron mil euros de la cuenta de la víctima. Además, a partir de entonces, los secuestradores llamaron en varias ocasiones para exigir condiciones para la liberación del secuestrado. La Policía localizó un domicilio de la organización en la localidad de Fuenlabrada, y sólo horas después el secuestrado era liberado en las proximidades de la localidad de Camarma de Esteruelas.

Cuatro miembros de la banda fueron arrestados “in fraganti” en la localidad de Fresno de Torote, de Madrid. También se detuvo a una quinta persona, propietaria del chalé donde fue retenido el secuestrado. Allí, los agentes intervinieron además numeroso material informático con software apto para la falsificación de documentos así como numerosa documentación falsificada.

Según se desprende de lo instruido hasta el momento, la organización estaba muy bien estructurada y jerarquizada a la hora del reparto de tareas y eran muy peligrosos y violentos; mientras unos custodiaban a las víctimas durante el cautiverio, otros realizaban las solicitudes de liberación condicionada al pago y los últimos eran los encargados de dar seguridad a la esfera más elevada de la organización.

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