Aunque se supone que el perro es el mejor amigo del hombre, hay dueños que no lo sienten así y los abandonan cuando se cansan de ellos o no tienen dónde dejarlos, por ejemplo, cuando se van de vacaciones.
«Se abandonan perros durante todo el año, pero en verano suben un poco las cifras porque molestan más», explica Miguel Izuel, encargado del centro municipal de protección animal. Algunas personas llevan al perro al centro y otras lo abandonan en las afueras de la ciudad.
En concreto, este verano se abandonaron 260 (once menos que el año pasado), casi la mitad de los que recogió la perrera en los seis meses anteriores. A estas cifras hay que añadir los cerca de 70 perros acogidos en el refugio de la Asociación para la Defensa y Prevención de la Crueldad contra los Animales, en Movera.
El dato esperanzador es el aumento de las adopciones, que ha pasado de 74 el pasado año a 123 este verano. «Las mejoras en el centro y en el horario de atención al público ha conseguido incrementar el número de visitas para adoptar», señala Izuel.
El chip actuaría como disuasorio
En muchas comunidades autónomas es obligatorio que los perros lleven un chip bajo la piel que permite identificar a su dueño en caso de pérdida o abandono. Se trata de una pequeña cápsula que arroja un código (recogido en la base de datos del Colegio de Veterinarios) cuando se le pasa un lector adecuado. En Aragón no existe esta norma y sólo se ha puesto una multa por abandono (entre 600 y 6.000 euros) este año.
123 canes han sido adoptados este verano en las instalaciones de Protección Animal
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios