En esta 'gaviota' los intérpretes están sin vestuario histórico y sin simular que son rusos, aunque mantiene el hilo original. Está interpretada en los papeles principales por Irene Escolar y Nao Albet, detalla la Junta en un comunicado.
El espectáculo es una coproducción con Grec 2020, Temporada Alta 2020 y tiene el apoyo de Departament de Cultura Generalitat de Catalunya. Esta versión de Rigola sobre el clásico de Chejov presenta a los intérpretes en escena sin vestuario, "con la misma ropa con la que llegan al teatro y sin ninguna voluntad de simular que son rusos del siglo XIX, aunque el desarrollo mantiene la trama original". Sus protagonistas se dedican al arte y hablarán del amor no correspondido o de la frustración de la búsqueda utópica del hecho artístico último; de la insoportable ligereza del ser, de remover el cerebro y el corazón entorno al existencialismo.
La obra de Rigola habla sobre amor y teatro: tres actrices, dos actores y un dramaturgo-director, hablan de sus deseos, de sus aspiraciones concretas o de aquello que quieren y nunca consiguen. "Quizás del amor entre personas de diferentes generaciones o de la frustración de no quedar nunca contento con el hecho creativo. Quizás de la lucha con el deseo o de cómo echar a perder un amor: morir, querer y hacer teatro".
Rigola (Barcelona, 1961) es director de teatro y ópera, con representaciones en el Teatro Real, el Centro Dramático Nacional, el Teatro de La Abadía y el Gran Teatro del Liceo, entre otros. De 2003 a 2011 fue el director del Teatre Lliure de Barcelona, donde montó títulos de Tennessee Williams, Peter Morgan, Shakespeare, BertoltBrech y David Mamet, donde cosechó varios premios.
Sus espectáculos han girado por todo el mundo: Francia, Italia, Alemania, Austria, Portugal, Rusia, Taiwán y Australia, entre otros. De su trayectoria como director destaca 'Ubú Rey', de Alfred Jarry;'Largo viaje hacia la noche', de Eugene O'Neill, y 'Días mejores', de Richard Dresser.
Heartbreak Hotel nace enn 2013 con el espíritu de confrontar al público con los valores de la sociedad contemporánea y de investigar nuevas formas de narración escénicas y unirlas con nuestro amor a la literatura, la música y las artes plásticas.
"Hacemos teatro para conocer mejor al ser humano y esta voluntad es depor eldeseo de mejorar como personas. El hecho de confrontarnos nos obliga a un crecimiento personal que solo puede beneficiar a la sociedad. Pero este enfrentamiento siempre es difícil y acaba produciendo cambios de respiración, risas y lágrimas, señalinequívoca que alguna cosa está sucediendo", concluye el comunicado.
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