Sebastián, al contrario que el resto de niños de su edad (doce meses), no llora nunca cuando va a la guardería. Es más, desde que acude se muestra más extrovertido y juguetón que de costumbre.
Claro que esto no es una guardería al uso, sino una 'kanguroteca', un centro abierto hace un mes por la Fundación Amigó pensado para que los padres sin recursos puedan dejar a sus hijos al cuidado de profesionales.
Totalmente gratis
El coste del servicio es totalmente gratuito, aunque los 'peques', todos menores de tres años, sólo pueden estar un máximo de cuatro horas al día mientras sus madres, en su mayoría inmigrantes, y alguna que otra adolescente, buscan trabajo o aprovechan para hacer otras tareas.
Cuando la mamá de Sebastián (Elvia, una madre soltera que se ha quedado sin empleo) llega a recogerle, él no para de revolotear por el pasillo, dando vueltas y vueltas, como si quisiera apurar hasta el último milímetro de espacio libre que tiene.
"Es una reacción normal. La mayoría de los niños que atendemos aquí viven en pisos muy pequeños, con muchísimos inquilinos, y sin poder hacer ruido. Para ellos, y para los padres, la 'kanguroteca' es una liberación", dice Judith Barrante, una de las dos profesionales del centro que, junto a un grupo de voluntarios (todos titulados), cuidan a unos 10 niños al día, atendiendo sus necesidades de alimentación, higiene y juego. Cuentan hasta con una lavandería y una sala de ordenadores para uso de los padres.
La Kanguroteca está financiada por la asociación Hidalgos de España. Los interesados en este servicio pueden llamar al teléfono 917 545 249.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios