Las claves del galardonado proyecto HOPE contra el cáncer

Esta aproximación terapéutica se inició con pacientes con cáncer de mama.
QUIRÓNSALUD

Hoy en día si eres un paciente con cáncer y te encuentras en tratamiento normalmente ves que pierdes mucho tiempo entre una cita u otra. Además, no hay que olvidar que estamos en pandemia y, aunque los centros sanitarios son instalaciones seguras frente al contagio por coronavirus, no está de más intentar agilizar y centralizar nuestras visitas.

Así, la especialista en Oncología Médica de la Fundación Jiménez Díaz, la doctora Cristina Caramés, explica que, en un proceso normal de tratamiento, el paciente tiene que pasar por diferentes áreas asistenciales del hospital antes de recibir el tratamiento oncológico, acumulando esperas y tiempos muertos desde la realización de los análisis de sangre, hasta la espera de los resultados, la visita a la consulta de la enfermera y del oncólogo, para que posteriormente el Servicio de Farmacia prepare y dispense el tratamiento que finalmente tendrá que administrarse en el Hospital de Día; y todo ello con citas programadas de forma independiente y en las diferentes áreas del hospital.

“En el proyecto ‘HOPE’ son los profesionales sanitarios y el equipamiento clínico los que se movilizan en torno al paciente”, afirma la experta, en referencia al proyecto HOPE, HOspital PErsonalizado, implementado en el Hospital de Día del citado centro hospitalario madrileño, y un proyecto que precisamente ha sido galardonado por los Premios Quirónsalud, de la Fundación Quirónsalud, en la categoría de ‘Innovación Asistencial’, y que reconoce aquellos proyectos innovadores que favorecen la mejora de la práctica asistencial, y la utilización de nuevas tecnologías en el ámbito sanitario español.

"Nos preocupa no sólo que el paciente se cure, sino que el tratamiento interfiera lo mínimo en su vida cotidiana"

Y es que ambos objetivos se unen en esta iniciativa que, además, tiene un impacto positivo directo sobre la calidad de vida del paciente, según refrenda la especialista de Quirónsalud: “Nos preocupa no sólo que el paciente se cure, sino que el tratamiento interfiera lo mínimo en su vida cotidiana. Para ello, HOPE se centra en proporcionar al paciente oncológico el mayor confort y agilidad en su tratamiento con los máximos niveles de seguridad, con la consecuencia inmediata de una evidente mejora en su calidad de vida”.

Gracias a este proyecto, la doctora Caramés resalta que el paciente tiene una sola cita en el Hospital de Día, y en el mismo sillón en el que recibirá el tratamiento, se le realiza la extracción, se comprueba la normalidad de los parámetros de la analítica; evaluándose estos con los máximos estándares de seguridad, así como su estado clínico, y todo con carácter previo a la administración del tratamiento prescrito por el oncólogo.

“El proyecto sitúa al paciente en el centro del proceso de atención, teniendo muy presente la importancia del trabajo interdisciplinar, y las ventajas que aporta la innovación tecnológica, creándose una unidad de práctica integrada, cuyo objetivo es crear un modelo de atención basado en valor”, valora la oncóloga.

Aparte del grupo de pacientes con cáncer de mama metastásico del que surgió, HOPE se ha puesto en marcha para pacientes con tumores digestivos, pulmón, melanoma, uroteliales y ginecológicos, entre otros. “En todos los casos se beneficiarán de una mejora en su calidad de vida y una disminución del tiempo que deben permanecer en hospital, lo que también supone una ventaja adicional en el momento actual, en el que se intenta reducir al máximo el tiempo de estancia en un centro asistencial para evitar el riesgo de contagio, así como para sus acompañantes habituales”, destaca la especialista.

No obstante, la experta recuerda que los centros hospitalarios hoy son centros seguros frente a la infección por SARS-CoV-2, puesto que han diseñado circuitos libres de coronavirus y además, en el caso concreto de la Fundación Jiménez Díaz madrileña, ésta cuenta con la certificación ‘Aenor. Protocolo Seguro frente a la COVID-19’, que acredita su cumplimiento de los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia.

El valor de HOPE

En última instancia, Caramés resalta que HOPE incorpora cuatro aspectos fundamentales, que hacen que sea un proyecto prometedor en el tratamiento del cáncer. El primero de ellos hace referencia a la estructuración de la recogida de datos clínicos, en consonancia con la evidencia científica y los programas de calidad de mayor reconocimiento internacional, y la estandarización del proceso, a fin de reducir los errores derivados de la variabilidad individual.

Asimismo, apunta a los sistemas point of care en el Hospital de Día para obtener los resultados del análisis de sangre en menos de 5 minutos; así como a la automatización de la solicitud de prestaciones y las citaciones para unificar cuatro citas en una; y la integración del Portal del Paciente (aplicación de desarrollo propio) con la historia clínica electrónica, que permite al paciente comunicarse con el equipo médico o de enfermería desde dónde desee hacerlo y siempre que lo necesite. “Todo ello sin olvidar que desde nuestro hospital se siguen los protocolos más estrictos en esta pandemia frente al coronavirus”, agrega.

En concreto, la doctora dice que se ha logrado reducir el 80% el tiempo medio de las esperas o “tiempos muertos" durante la estancia de los pacientes en el Hospital de Día Oncológico, según asegura, a través de la implementación de estas mejoras en el proceso. Es más, superado su objetivo inicial, “HOPE espera acercarse al 100% de la reducción de esperas durante la estancia de los pacientes en el Hospital de Día Oncológico”, añade Caramés.

A su vez, de cara al futuro, HOPE incorporará un apoyo “a domicilio” estructurado e individualizado, según avanza la especialista en Oncología Médica de la Fundación Jiménez Díaz, que facilitará al paciente información personalizada sobre las recomendaciones de su autocuidado.

“Utilizará herramientas PROMs, de medición de los resultados reportados por los pacientes, y PREMs, de medición de la experiencia vivida durante su proceso, para ayudar al paciente a manejar los posibles síntomas relacionados con su tratamiento y que, a través del Portal del Paciente, pueda informar a su equipo médico sobre algunos potencialmente graves. Su conocimiento en tiempo real permitirá a los facultativos responder a esa necesidad de forma precoz, anticipándose y evitando así complicaciones”, afirma Caramés.