Una actriz, una realizadora y un bus: contra viento, marea, timos y la Covid, Nadia de Santiago logra su sueño

  • El proyecto Un bus a Sanghé ayudará a niños de 16 aldeas a llegar a su escuela, gracias a una inciativa solidaria. 
El bus de Sanghé y la actriz Nadia de Santiago.
El bus de Sanghé y la actriz Nadia de Santiago.
Ecole Mere Paule Lapique
El bus de Sanghé y la actriz Nadia de Santiago.

A veces las pequeñas cosas son las que más ayudan. A veces, esas pequeñas cosas no llaman la atención de las instituciones, porque no se pueden inaugurar o no lucen mucho en una foto. Así que alguien tiene que ocuparse de ellas. Y eso es lo que hicieron la actriz Nadia de Santiago y la realizadora Andrea Gómez con su proyecto Un bus a Sanghé

Sanghé es una pequeña aldea en Senegal, donde, sin embargo hay dos infraestructuras críticas que alivian las malas condiciones de vida de esa zona: un dispensario médico con paritorio y una escuela, que dan servicio a 16 poblados de los alrededores. Poblados que están a kilómetros de duro terreno desértico. 

Hortensia, una misionera de las Hermanas de la Inmaculada Concepción que lleva 50 años en la zona, alertó a Andrea Gómez (que grababa en el poblado un documental para una ONG) de que los y las escolares que debían caminan cada día entre 3 y 8 km para ir de su casa a la escuela. Andrea habló del tema con Nadia de Santiago y pusieron en marcha una campaña llamada Un bus a Sanghé para recaudar fondos para comprar un bus para los niños de la zona. 

"A veces se financian cosas tan grandes como una escuela o pozos y una cosa mucho más pequeña como un autobús no se lo financiaban [a la escuela] y al final es fundamental para que los otros proyectos que sí se financian funcionen, porque allí tienen una escuela muy grande, pero muchos niños no tenían como llegar. Le dimos vueltas y se nos metió en la cabeza… y entonces vimos los problemas que implicaba… pero ya estábamos metidas y se lo habíamos contado a gente y habíamos hecho el crowfounding", cuenta Andrea Gómez. 

Y lo consiguieron, contra viento, marea y la Covid, que lo complicó todo. Y contra los timos, también. 

"Recuerdo la sensación de pensar en que era todo un reto y que lo íbamos a intentar hasta el final", dice Nadia de Santiago. "Ha sido un camino de hacer las cosas poco a poco y estando unidas Andrea y yo con mucha fe y no dejando de mover el proyecto al final ha salido, las cosas que tienen que ser, acaban siendo", dice la intérprete de Las chicas del cable. 

Y es que al final encontraron el bus. No valía cualquiera. "Es un bus de segunda mano que encontramos en Alemania, es justo el modelo que querían, porque allí es difícil encontrar piezas de recambio y necesitaban uno que se pudiera arreglar con facilidad. Miramos muchos y este es el que reunía las condiciones", explica Andrea. La vorágine burocrática que han superado para llevar el bus de Alemana a Senegal la ha convertido en "experta en aduanas, permisos, autobuses...". 

El bus que se compró con el proyecto 'Un bus a Sanghé'.
El bus que se compró con el proyecto 'Un bus a Sanghé'.
ECOLE MERE PAULE LAPIQUE

En el proceso de búsqueda, incluso se enfrentaron a los timos, pues uno de los modelos que valoraron comprar estuvo a punto de serlo. "Vimos uno que era perfecto, barato, pocos kilómetros… pero no tenía permiso de circulación", revela Andrea. 

"Era realmente un lío, porque a Senegal no podían entrar autobuses de más de ocho años, porque se quejan de que se convierta en el vertedero de Europa", explica Nadia.

El bus hacía falta de verdad. "Hasta ahora iban 33 niños en una furgoneta de ocho plazas", cuenta De Santiago, que estuvo en el poblado hace meses, donde vio la situación. "El colegio recoge a niños de 16 poblados y tenía que hacer muchos viajes y las clases empezaban muy tarde muchos iban andando, súper pequeñitos, como de tres años". Además, "muchos no podían volver a comer a casa… necesitaban un autobús", expone la actriz.

El autobús ya está en el poblado, después de recorrer por tierra y mar, dentro de un contenedor, unos 6.000 kilómetros. Pero los escollos fueron muchos, empezando por el dinero. 

La pandemia lo paralizó todo y dificultó el crowfounding que recaudaba dinero para la compra y el envío del bus y se llevó por delante el proyecto de documental que habría recogido el viaje del bus desde España hasta el poblado, por tierra, bordeando la costa de África. 

"Conseguimos 17.000 euros en total", gracias a los donantes del crowfounding. Era insuficiente, pero aún así, bastó. "Hablando con Hortensia nos dijo que ella podía pedir un microcrédito y con los 17.000 y el préstamo se podía comprar un autobús de 24.000 euros que estaba en Alemania", cuenta Andrea. 

"Tardó dos meses en llegar al puerto de Dakar, pero allí estuvo otro mes y pico por temas burocráticos", cuenta la realizadora. 

Ahora, con el bus entregado, se ha cumplido un sueño. "Se me pusieron los pelos de punta, porque con el tema del coronavirus nos dijeron que el bus estaba parado en un container en el puerto de Dakar, estuvo allí un mes y era real y no lo era. Nos costaba creer que había llegado cuando por fin lo entregaron en Sanghé", dice Nadia. 

"Me hace feliz que este año también pasen cosas buenas", dice la actriz, emocionada. "Todos los niños, los profesores el poblado, todos cantando, bailando… se me ponen los pelos de punta. Cómo valoran. No sólo valoran el bus, valoran la comida, la tierra, la vida… a nosotros se nos ha perdido un poco eso", pone de manifiesto.

"Las cosas se hacen despacio, poco a poco, confiando… así se valoran más cuando llegan", hace ver.

Así, el empeño de estas dos mujeres ha cambiado las cosas. No es un gran proyecto, no es una iniciativa mundial. No había cámaras, ni actores de Hollywood. Había niños sonriendo. Quizá eso es lo único que cuenta. 

Los niños de la escuela de Sanghé suben por primera vez al autobús conseguido por Nadia de Santiago y Andrea Gómez.

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