Terapia de protones contra el cáncer: la radioterapia más avanzada cumple un año en España

Los tratamientos contra el cáncer están evolucionando de forma espectacular en los últimos años, logrando importantes mejoras en la salud y la calidad de vida de los pacientes oncológicos. Uno de los últimos grandes avances en llegar a España ha sido la terapia de protones, un tipo de radioterapia avanzada que utiliza un haz de protones (partículas subatómicas con carga eléctrica positiva) de alta energía para irradiar los tumores.

El pasado 26 de diciembre se cumplió un año del primer tratamiento realizado en España con esta técnica. Se llevó a cabo en el Centro de Protonterapia Quirónsalud que está en Pozuelo de Alarcón (Madrid), el primero de sus características en España tanto en la sanidad pública como privada. “Un avance histórico en la lucha contra el cáncer ya que permite ofrecer una solución contra algunos tumores sin necesidad de salir de España como sucedía hasta entonces”, según cuenta el doctor Raymond Miralbell, director médico del Centro. Desde entonces, se han tratado en este centro pionero un centenar de pacientes, el 60% pediátricos, afectados por tumores del sistema nervioso central, área de cabeza y cuello, y diferentes tipos de sarcomas, entre otros.

La terapia de protones se utiliza sobre todo en el tratamiento de aquellos cánceres que resultan complicados de tratar, ya sea por su localización o porque las opciones de tratamientos convencionales (radioterapia o quimioterapia) pueden implicar riesgos para el paciente. De este modo, se consigue un haz de protones que se mantiene dirigido al tumor sin radiar a los tejidos cercanos. “Especialmente útil en tumores que requieren dosis altas para ser controlados y están localizados cerca de estructuras u órganos muy susceptibles a la radiación. En tumores pediátricos es importante ya que se evita irradiar en tejidos que están todavía en desarrollo y son muy sensibles”, apunta el Dr. Miralbell.

Además, añade, “hay un sinfín de indicaciones están siendo investigadas hoy en día, como la posibilidad de proteger el corazón en pacientes con cáncer de mama izquierda cuando es necesaria la radioterapia”. En definitiva, según el doctor Miralbell, todo paciente en el que sea necesario un aumento de dosis de radiación en el tumor, o que necesite una reducción de la dosis en los órganos críticos alrededor del tumor, es potencialmente candidato a un tratamiento con protones.

Acelerador de protones más avanzado

En cuanto a la tecnología, Quirónsalud ha instalado en su Centro de Protonterapia un equipo denominado Proteus One, un sistema optimizado para los tratamientos clínicos con la más amplia experiencia internacional. Se basa en un acelerador de la familia de los ciclotrones adoptado por el 70% de los centros que ofrecen esta terapia en el mundo. 

En particular, el sincrociclotrón de Quironsalud es un modelo eficiente en energía al utilizar la criogenia y figura entre los más compactos del mundo, añade el doctor Alejandro Mazal, jefe de Física Médica del Centro. Además, el sistema adquirido ya está adaptado para evolucionar hacia las técnicas que se investigan para el futuro próximo, como son la terapia rotacional y las irradiaciones de muy alta intensidad, llamadas Flash. La instalación cuenta también con los sistemas más avanzados para la toma de imágenes y sistema robótico para el posicionamiento del paciente, además de un escáner de doble energía para la planificación del tratamiento.

Atención personalizada, también durante la pandemia

A pesar del momento de pandemia que estamos viviendo este año, el Centro de Protonterapia Quirónsalud ha mantenido su actividad ininterrumpidamente, obteniendo además el certificado 'Protocolo Seguro Covid-19' emitido por Applus+ tras confirmar que cumple con los estándares más exigentes para minimizar el riesgo de contagio en sus instalaciones. De hecho, hasta la fecha no han declarado ningún caso positivo.

“Hemos conseguido mantener la actividad de forma ininterrumpida gracias a unos rigurosos protocolos de seguridad y control para reducir al mínimo el riesgo de contagio en nuestras instalaciones. En ese sentido, ha jugado un papel crucial el hecho de que seamos un centro monográfico de alta especialización, al que no acuden pacientes por otras patologías como podría ser la Covid-19”, ha señalado el doctor Miralbell.