Después de que en la primera jornada quedaran completada las pruebas testifical y pericial, la segunda ha quedado circunscrita a la exposición de los informes de las partes, en los que las dos acusaciones, la pública y la particular, ejercida esta última por la madre de la niña, consideran probado que el acusado abusó de forma continuada de su nieta, y ello a pesar de que el abuelo a hecho uso de su derecho a la última palabra para proclamar su inocencia al tribunal.

Durante el juicio, que se celebró a puerta cerrada, la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial escuchó el relato de la niña recogido en un vídeo como prueba anticipada, así como la versión exculpatoria de su abuelo y las declaraciones tanto de la madre y una tía de la pequeña, quienes ratificaron los hechos tal y como en su día se los contó la menor, así como del equipo psicosocial que atendió a la supuesta víctima y que, a través de videoconferencia, dio credibilidad a lo manifestado por ésta.

Los hechos se produjeron, presuntamente, en el otoño de 2017 en el domicilio del acusado, de unos 65 años, quien habría abusado de su nieta, por entonces de seis años, en distintos episodios que, sin embargo, no denunció la niña hasta noviembre de 2019, primero a una hermana de su padre biológico y luego a su propia madre.

Ya en noviembre de 2017 un hermano de la niña, dos años mayor que ella, había alertado a la madre de que había cosas en el trato del acusado hacia la pequeña que no le gustaban, con lo que la progenitora decidió mantener todas las cautelas y cortar a partir de entonces la relación con el abuelo y padre de su exmarido, del que llevaba separado antes de que ocurrieran los hechos objeto de la presente causa.