La pérdida de un hijo, un hermano o un amigo puede llegar a sumirnos en un doloroso estado anímico si equivocamos el camino o no pedimos ayuda.

Sin embargo, recuperar la ilusión por la vida y superar el trance es posible, «sobre todo, si se hace con la ayuda de otras personas que han pasado por una situación similar», en palabras del director del área de Bienestar Social, Manuel Martín.

Tras el «éxito» de los talleres municipales de duelo, impartidos en los dos últimos años en los centros de servicios sociales de la ciudad, la Concejalía de Bienestar ha puesto en marcha un grupo de ayuda mutua en materia de duelo. La diferencia entre este grupo y los talleres, explica Manuel Martín, radica en la «metodología».

«Los usuarios de los talleres acudían para que les ayudásemos a superar la pérdida de un ser querido con la ayuda de una psicóloga y con un programa personalizado», recuerda el director del área. En este sentido, el grupo de ayuda mutua será una continuación de los talleres, donde «los miembros ayudarán a otras personas a afrontar la situación y a superar el dolor».

Asesorados

Los participantes -se creará uno o dos grupos en función de la demanda- se reunirán en el centro de servicios sociales del centro. Allí, dirigidos por la psicóloga y coordinadora de los anteriores talleres, Rosa Melchor, compartirán sus experiencias, miedos y dificultades.

Melchor conducirá las sesiones «pero serán los participantes los que se ayuden los unos a los otros poniendo en común sus emociones», subraya Martín.

El grupo, que arrancó el pasado 13 de febrero y cuenta con el asesoramiento de Emucesa, se reunirá dos viernes de cada mes a partir de las 17 horas. La inscripción es gratuita. Más información, en el teléfono 958 21 63 53 ó en www.granada.org .

Cinefórum y biblioteca

Los miembros del grupo de ayuda mutua tendrá a su disposición una biblioteca y un cinefórum basados en la temática del duelo. «Los usuarios podrán pedir prestados libros y películas que traten el tema para poder verlos o leerlos en casa», comenta el director del área, quien confía en que la iniciativa tenga «tan buena acogida como los talleres».

El perfil del usuario de este tipo de servicios responde al de una «mujer que ha perdido, por lo general, a un hijo, aunque también acuden hombres».