La demanda de pisos de protección es imparable. Lo muestran los últimos datos del Rexistro Único de Demandantes de Vivenda Protexida, que el pasado enero recibió un aluvión de solicitudes de coruñeses: hasta 400 en un solo mes, un 7% más que en diciembre.

La cifra por sí sola ya muestra el interés de los habitantes de la ciudad por este tipo de inmuebles, pero tiene aún más relevancia si se compara con la media de anotados desde que el registro autonómico se puso en marcha, en abril de 2007.

Desde esa fecha, se apuntaron cada mes una media de 362 personas y en enero se superaron las estadísticas con 400 anotados, un 52% más. En la actualidad, 5.971 coruñeses esperan en ese registro a que salga alguna promoción de viviendas sociales en la ciudad, y ya representan el 53% de los anotados en toda la provincia.

La mayoría busca compra

De los 5.971 coruñeses inscritos, algo más de un 73% (unos 4.400) elige la opción de compra frente al alquiler. Todo con el único objetivo de hacerse con un hogar en algunas de las urbanizaciones de viviendas sociales que se prevén construir en la ciudad. Y no son pocas. Además de las 9.315 entregadas, en construcción o ya en proyecto (como son las de Tabacos, Novo Mesoiro, el Recinto Ferial o Tabacalera), en el horizonte de 2017 la ciudad ganará otros 12.328 pisos de protección.

De ésos, 10.000 están incluidos en el Plan General, en zonas como los muelles, Visma y Monte Mero. El resto las hará la Xunta como parte del Plan Sectorial de Vivenda Protexida, que supondrá 2.328 pisos en Feáns-Mesoiro y O Ventorrillo. En Santiago se prevén 2.990 viviendas.

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