En su tercer álbum de estudio, Niña de Fuego, Concha Buika se despoja de telas y vestidos con los que se adornan la mayoría de los discos y nos deja a solas con los sentimientos.

En este nuevo álbum la mallorquina vuelve al genero de la copla y como es habitual en su música se asoma a la fusión y al mestizaje de mano de otros ritmos como la ranchera. Buika ha cultivado el arrebato durante toda su carrera. Nació en Palma de Mallorca en 1972 donde vive su familia originaria de Guinea Ecuatorial.

De su madre aprende a escuchar a las grandes voces del jazz, pero desde la ventana de su casa y por la radio se cuelan las coplas de toda la vida y en la calle se pega el quejío flamenco que quedará definitivamente impregnado a su piel.

Tras el éxito que supuso Mi niña Lola donde Buika se atrevió con el jazz o los boleros llega el tercer álbum Niña de Fuego. En este disco la cantante vuelve a visitar la copla, viaja por primera vez a la ranchera y canta temas inéditos compuestos por ella misma y por Javier Limón. Canciones de amor y, sobre todo, de desamor.

Buika canta sus vivencias personales en letras que Limón compone especialmente para ella, y en letras propias, nacidas de largas noches de insomnio y soledad en las numerosas giras que realizó el pasado año.

•Hoy. Auditorio CAES. Torre Pacheco. 22.00 horas. Entradas de de 10 a 12 euros.