Una cantidad que supone la mitad de todo lo extraído, 1,5 millones de toneladas, en los 16 años en los que lleva el camalote en el río en los que se han invertido 50 millones de euros para frenar su propagación.

No obstante, los trabajos continuarán en la fase de vigilancia, para detectar la más mínima presencia y evitar así nuevos rebrotes de una planta que incluso amenazó con traspasar la frontera con Portugal, alcanzando el gran lago de Alqueva, lo que hubiera supuesto una "catástrofe ambiental de proporciones increíbles".

Así lo ha expresado el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Samuel Moraleda, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañada por la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, quien ha reconocido estar "profundamente emocionada" por poder compartir el éxito de un plan de choque iniciado en octubre de 2018, que ha calificado como "único en el mundo".

Unos trabajos en los que se ha contado con una plantilla de más de cien trabajadores, además de la participación de la Unidad Militar de Emergencias, y que ha contado con una treintena de embarcaciones adaptadas, maquinaria pesada y hasta 5.000 metros de barreras flotantes.

Todo ello para ofrecer una respuesta ante el crecimiento descontrolado de una plaga que, lejos de menguar a pesar de los trabajos realizados anteriormente, alcanzó en 2018 la situación de "alerta roja", ha subrayado García Seco.

Así, y a pesar de que ambos mandatarios han asegurado que, dada la situación actual, con las labores de prevención y vigilancia previstas y presupuestadas para al menos los próximos dos años y medio, ni siquiera en verano se volverán a ver plantas de camalote en el río Guadiana.

No obstante, la lucha continúa, puesto que las semillas de esta planta permanecen en estado de latencia hasta 15 años, de modo que cuando vuelvan a darse las condiciones para su crecimiento, aparecerán rebrotes para los que el dispositivo estará preparado para atajar lo antes posible evitando así su propagación.

Para ello se mantiene una plantilla de alrededor de un centenar de trabajadores, así como las embarcaciones e incluso la maquinaria pesada, que se dedicará a otras labores.

Un trabajo de limpieza y control han impedido la eutrofización en las aguas del Guadiana, evitando la pérdida de calidad en las mismas y el colapso de los sistemas de canales de riego de las zonas adyacentes, lo que hubiera ocasionado un "daño ecológico y económico irreparables", según Moraleda.

LUCHA "DESESPERANTE"

La delegada del Gobierno ha recordado las diferentes fases acometidas en esta labor durante los últimos quince años, y no ha ocultado que hasta que comenzara el plan de choque definitivo fue una lucha "desesperante y desconcertante".

Pero en 2018 comenzó el plan definitivo, diseñado por técnicos y expertos que aportaron su experiencia y conocimiento y con la aportación de los medios que fueran necesarios para garantizar el éxito de la operación.

Una vez alcanzado el objetivo de eliminar la planta del cauce, el plan de choque entra en una fase de vigilancia y alerta temprana. En este periodo, las labores de vigilancia (tanto del río principal, como de enconadas, islas y charcas laterales) serán esenciales para impedir la aparición de nuevos focos.

Y es que se tiene constancia de bancos de semillas dispersos pero localizados, que no se pueden eliminar, según Moraleda, que deben ser vigilados para no arruinar la labor realizada hasta la fecha.

Además, en esta fase, se desarrollarán actuaciones complementarias como la realización de estudios de investigación y acciones de cooperación técnico-científicas para dotar a la Confederación Hidrográfica del Guadiana de bases sólidas de conocimiento para la toma de decisiones ante los problemas queocasionan las invasiones biológicas.

Por su parte, García seco ha destacado la excepcionalidad del trabajo desarrollado, ya que el camalote está considerada como la planta invasora "más agresiva", contra la que llevan luchado "décadas" en algunos países sin alcanzar los resultados logrados en el Guadiana.

De ahí la importancia de actuar rápidamente ante cualquier rebrote, para lo cual ha garantizado que "hay dotación presupuestaria y plan para actuar y saber lo que hay que hacer".

García Seco ha agradecido especialmente el trabajo "extraordinario" de todo el equipo técnico y profesional de la CHG, así como la inestimable colaboración de la Unidad Militar de Emergencias y ha apelado a la responsabilidad y a la concienciación ciudadana para la lucha contra esta y cualquier otra planta invasora.

NENÚFAR MEXICANO

Con respecto a otra planta invasora, el nenúfar mexicano, que afecta al tramo urbano de Badajoz, ambos mandatarios han subrayado que esta especie cuya peligrosidad es "incomparable" con la del camalote, si bien han avanzado que continúan los trabajos para su erradicación.

En este sentido, la delegada del Gobierno, que ha señalado que se requiere la colaboración de todas las administraciones públicas, ha avanzado que ya se ha elaborado un plan para esta planta, que requiere una evaluación ambiental.

Una vez que se tenga este informe, se elaborará el proyecto, que según ha detallado Moraleda tiene como objetivo la permeabilidad de los azudes de La Pesquera y La Granadilla, para el que la delegada del Gobierno ha cifrado en 2,2 millones de euros de cara al próximo año. Mientras tanto, se continúan las labores de segado y extracción del nenúfar.