Cuando llega el invierno, hay tres claves imprescindibles para vestir bien sin riesgo de pasar frío: una buena elección de las prendas –‘sí’ a los jerséis de puntos y ochos y ‘no’ a las camisetas de manga larga–, apostar por los básicos atemporales para tener siempre varios conjuntos listos para salir del armario y escoger complementos a juego para dar ese toque especial a un look sencillo.

Sobre cómo lucir todo ello esta temporada, la gama de marrones –desde el beis hasta el chocolate– le está robando todo el protagonismo al azul marino y el total black, si bien es cierto que el negro siempre es una apuesta segura para los conjuntos invernales, ya sea para ir al trabajo, a una quedada informal o una pequeña reunión familiar.

Utilidad al poder

La comodidad debería ser la máxima principal de cualquier colección invernal, prendas prácticas y que aporten calidez sin necesidad de complicar un outfit con más ropa de la necesaria.

Esta temporada hay dos tendencias que encajan a la perfección en esta premisa: los abrigos de plumas, que ya han perdido por completo su carácter deportivo y pueden acompañar a un traje sin riesgo ninguno; y el estilismo utilitario, o lo que es lo mismo: prendas con aire militar y más bolsillos de los estrictamente reglamentarios, tanto en cazadoras y chaquetas, como en pantalones, para salir bien equipado –y a la moda– de casa, sin perder nada por el camino.

Y hablando de utilidad, los últimos desfiles han dejado claro que el bolso ha dejado de ser un accesorio exclusivamente femenino, tanto los de formato bandolera como los shopper y XXL. Un complemento solo apto para auténticos fashion victims.