Barcelona se aferra a la telefonía móvil

  • Lanza una ofensiva para evitar perder el congreso GSMA.
  • El lunes arrancó la feria con novedades, colas y quejas por los precios.
Barcelona se convierte esta semana en «la capital mundial de las
telecomunicaciones», según el alcalde, Jordi Hereu. Y es que, después de que la ciudad haya perdido ferias como el Bread & Butter, nadie quiere que el GSMA, el congreso mundial de la telefonía móvil, se vaya. Por eso, el Ajuntament ha lanzado una ofensiva para que la ciudad sea «una plantaforma», dijo Hereu, donde crezcan y se desarrollen empresas de este sector.

El GSMA tiene este año 1.300 expositores (100 más) y espera 50.000 visitantes (5.000 menos que la última edición). Pero no se notó esta pérdida de público, a juzgar por las colas en los estands (incluso en los lavabos) o en las paradas de taxis, que daban la vuelta a las dos torres venecianas en la entrada a la Fira.

Entre los visitantes, pese al esfuerzo de los hoteles en rebajar precios, continuaba habiendo quejas por las elevadas tarifas (hasta el triple de lo habitual). Hay un 95% de ocupación, con 17.000 habitaciones contratadas. Se pudo ver más presencia policial para intentar minimizar la actividad de los carteristas.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, anunció en la inauguración que todos los cargadores de móvil tendrán que ser iguales para «beneficiar a usuarios y al medio ambiente». Además, los usuarios de teléfonos de prepago deberán registrarse.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento