Caravanas, atascos, dificultades para aparcar... Este es el panorama al que se enfrentan cada día los 7.000 trabajadores de los polígonos industriales de Roces y Porceyo. Desde primera hora de la mañana, unos 30.000 vehículos diarios inundan vías y párkings de estas áreas industriales.

Una de las principales causas de esta saturación, según un estudio de la Asociación para la Gestión de Polígonos Gespor, es que el 80% de los empleados, unos 5.500, llegan al trabajo en su propio vehículo. Para reducir estas cifras se dispusieron dos líneas de autobuses lanzadera, desde El Llano y La Calzada. Según una encuesta realizada entre los propios trabajadores, «más del 40% dejarían el coche si hubiera buses directos», explica Marta Fernández, gerente de Gespor.

Sin embargo, aunque ya hay 14 autobuses diarios, sólo el 10% de los trabajadores llegan a Roces y Porceyo por este medio.

Otra forma de reducir tráfico es que los trabajadores compartan coche. Para ello se creó un portal en Internet que pone en contacto a empleados de los polígonos. La medida, tal como reconocen sus promotores, no ha tenido apenas incidencia (hay cuatro personas inscritas en el programa), por lo que estudian incentivar la solidaridad entre conductores. «Hay que premiarles. Pensamos en descuentos en las gasolineras, bonos de comida, u otros regalos», indica Marta.

Diego Pérez, que trabaja en el Polígono de Roces, comparte el viaje con otros dos compañeros: «Quedamos a las siete y vamos juntos», dice.

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