Esta semana se ha acabado la 'maldición' de los nuevos, en la escuela de Fama, aunque Sara C. ha sido candidata a la nominación, al final resultó salvada por los profesores, su compañero Karel también ha demostrado lo que vale.

Los nominados esta semana han sido Cisco y Muni, las arrastradas han sido Carol y Yure. El público decidirá quienes son los tres salvados y quien se va.

Yurena y Eva han sido las protagonistas del día en Fama, con sendos besos lésbicos (en homenaje a Madonna) han demostrado que son unas grandes profesionales sobre el escenario. La ocurrencia ha sido de Rafa, quien siempre busca impactar.

Sin embargo, la pasión entre ambas no pasó del escenario. Las chicas han discutido y esto le ha valido tres puntos rojos a Yure que le hicieron perder en el tribunal de la convivencia. El problema surge porque Eva no puede abrir su cajón de ropa a causa de tener en frente la maleta de Yure.

Por otro lado, si Yure ha sido la perdedora, Carol ha resultado ganadora, pero por poco, ya que también acumuló tres puntos rojos, la diferencia es que obtuvo varios puntos verdes como apoyo de los compañeros que la vieron 'de bajón' y quisieron demostrarle su apoyo.

Puntos rojos para 'Fama' por hacinamiento y dejadez

El hacinamiento de los concursantes ya se ha hecho notar en otras ocasiones provocando rencillas entre ellos. Yeiko, uno de los expulsados hace unas semanas, fue criticado por dejar la maleta en el pasillo, que al parecer es tan estrecho que nadie podía pasar por él.

Yeiko se defendía diciendo que no había otro sitio donde ponerla, lo mismo que Yure, quien al parecer tiene su ropa aún dentro de la maleta pues escasean armarios y cajones. Dos meses de convivencia han sacado a flote los problemas de espacio en un lugar que, tal como parece, no está bien acondicionado para vivir.

La producción del espacio también ha dejado mucho que desear, cuando Ariadna necesitó una vela y otro encendedor (pues los que tenía no funcionaban a la perfección), los encargados del atrezzo ni se inmutaron, provocando que el final de la coreografía no estuviera tan logrado como debería (la vela debía encenderse y luego apagarse con el soplo de ambos para la pose final, como un efecto especial).