Los precios pueden triplicarse entre una y otra, incluso en la misma provincia, según la revista Consumer, que localiza en Murcia la más barata, por 117 euros la jornada completa, comida y merienda incluidas.

Los técnicos de la publicación se hicieron pasar por padres y madres en doscientas guarderías de trece provincias y comprobaron que la dotación de los centros y la cualificación del personal es satisfactoria, aunque las públicas, en términos generales, quedan mejor que las privadas.

La principal diferencia es el precio; aunque las tarifas máximas de las guarderías públicas pueden llegar a ser caras, rara vez llegan a aplicarse, porque la escasez de plazas es tal que quedan cubiertas por las familias con menos ingresos económicos, que tienen preferencia.

El precio medio de las 113 guarderías privadas visitadas es de 254 euros al mes por jornada completa (comida y merienda incluida), pero varía desde los 390 euros al mes de la más cara (en Madrid) hasta los 117 euros de la más económica (en Murcia), según el estudio.

La provincia más barata de media es Murcia, con 198 euros, y la más cara es Navarra, con 309 euros, aunque dentro de la misma provincia hay llamativas diferencias: en Murcia la diferencia entre la guardería más cara y la más barata es de 193 euros al mes, mientras que en Madrid y Málaga se dispara hasta los 250.

La seguridad de las instalaciones es deficiente en el 12 por ciento de estas escuelas, debido a problemas en puertas y ventanas, pero destaca la conservación y limpieza, satisfactoria en el 90 por ciento de los centros estudiados. Según Consumer, pagar más no significa necesariamente recibir mejor servicio.

En el número de niños que corresponde a cada cuidador, las públicas quedan de media en mejor lugar en los tres grupos de edad, aunque la dotación de personal es satisfactoria en todos los casos, pues no se superó el máximo de niños que se recomienda que atienda cada educador.

En cuanto a las infraestructuras, las públicas cuentan con patio o jardín en mayor medida que las privadas (91 por ciento frente al 76 por ciento), pero es un poco más habitual que las privadas dispongan de servicio de comedor, si bien lo ofrecen la inmensa mayoría.

Según el estudio, el punto fuerte de las privadas son los horarios, más amplios y con posibilidad de que los niños se queden en el centro más horas de las establecidas.

La disponibilidad horaria media en las escuelas infantiles privadas es de 10 horas y 30 minutos cada día, casi 2,5 horas más de media que las públicas.

Otra conclusión es el satisfactorio perfil académico (Magisterio, Técnicos Especialistas en Jardín de Infancia o Técnicos Superiores en Educación Infantil) del 70 por ciento del personal que atiende a los niños.

Si se comparan estos datos con los publicados en 1999 por Consumer tras una investigación similar, la situación "ha evolucionado poco en lo principal", ya que continúa el déficit de plazas en guarderías públicas.

Se mantiene también invariable el número de niños que de media corresponde a cada educador (9 en ambos estudios), pero mejora la seguridad.