El motivo es que las entidades financieras imponen más requisitos para prestar el dinero con todas las garantías de devolución, ya que cada vez hay más compradores morosos. Para curarse en salud, exigen el contrato laboral de los clientes, sus dos o tres últimas nóminas e incluso la cartilla del banco, aunque sea para prestar sólo 1.000 euros.

El trámite se prolonga hasta tres días para adquirir un sofá o un ordenador. Hace tan sólo un año, el papeleo para solicitar un crédito al consumo duraba como mucho un día y sólo hacía falta una fotocopia del DNI y una simple llamada al banco.

"En los dos últimos años se ha abusado de la concesión de préstamos y ahora lo paga el consumidor. Tenía que haber habido un control antes", asegura la vicepresidenta de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de Aragón, Ana Solanas.

Los morosos dejaron sin pagar el año pasado en Aragón 172.831 artículos, un 4,1% de todos los que se compraron. Sólo en diciembre, el 5% de los productos adquiridos tuvieron que ser devueltos por este motivo, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

Juan Manuel Campos, gerente de una empresa de limpieza, acudió en noviembre a una agencia de viajes para contratar una escapada navideño al extranjero. El coste ascendió a 4.000 euros y para pagarlo en doce meses le pidieron su contrato laboral, dos nóminas e incluso el recibo del IBI para comprobar que su piso era realmente suyo.

Actualmente, los comerciantes y varias entidades financieras están buscando una alternativa a los créditos al consumo para que no caiga el consumo, aunque "está siendo complicado", señalan los vendedores.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE TU CIUDAD