Según se recoge en la sentencia, los hechos se produjeron el 19 de abril de 2008, en torno a las cinco de la madrugada, en el bar Quondam. Uno de los policías, J.A.H.F, que se encontraba "en estado de ligera embriaguez", comenzó a "molestar verbalmente y por su actitud" a una mujer, L.G, a la que conocía por trabajar como camarera en el Centro de Formación de la Policía, "con piropos y arrimándose mucho para hablarla".

Su acompañante, A.F.S, intentó apartarle de ella y le dio un puñetazo, aunque no presentó denuncia por ello.

Fue entonces cuando dos empleados del establecimiento le sacaron del bar y el policía agredió a uno de ellos, J.G.G, y "comenzó a increparle verbalmente" antes de intentar darle otro puñetazo que el portero, que es profesor de artes marciales, esquivó, mientras él perdía el equilibrio y caía al suelo, produciéndose lesiones en la cara.

J.A.H.F, tendrá que pagar 800 euros e indemnizar al portero con 2.910 euros, mientras que su compañero, D.J.V, ha sido condenado por una falta de amenazas y tendrá que pagar una multa de 300 euros. La Escuela de Policía ha abierto, además, un expediente disciplinario a los dos profesores.