El profesor más popular de Fama ¡A bailar! confiesa que que está viviendo con mucha "energy" y "ganas" la segunda temporada del late night de Cuatro.

¿Cómo está viendo esta segunda edición?

Con mucha energy y ganas. Mi sensación es que los chicos se están poniendo las pilas ahora que el programa ha cogido más ritmo. Se están esforzando más y olvidándose de que hay cámaras porque al principio parecía que estaban aquí para salir en la tele. No creo que todos tengan en afán de bailar y dedicarse a ello de verdad. Por mi parte, siempre intento que se olviden de ese lado cámaras y de modelar porque aquí se viene a aprender.

¿Le están dejando transgredir como pidió?

Gracias al director del programa, Pablo del Pozo, puedo hacer lo que yo quiero porque me ha apoyado en todo momento a pesar de los pesares. Me cansan las estupideces de las coreografías sin sentido y por eso me gusta un poco transgredir.

¿Cómo está siendo este año con los alumnos?

Más cabrón y no lo soy por gusto. Quiero enfrentarles con la realidad y que eso les de más poder para luchar de verdad por algo que realmente les gusta. Y sino que se dediquen a otra cosa porque el autógrafo dura dos meses. Hay muchos que llegan aquí con la onda de que quieren ser conocidos y quiero darles a entender que esto no es fácil y que luego es difícil mantenerse. Sólo unos pocos trabajaran y no lo digo yo, es una realidad, así que antes de que ellos se estallen lo hago yo primero.

¿Pero es así con todos?

Sí, y no es humillar ni ofender porque luego ellos se lo pasan estupendamente conmigo, pero dentro no se lo voy a poner fácil. Les doy una de cal y otra de arena porque creo que es bastante efectivo y hay que ser así. Luego fuera soy el más colega y con los de la edición pasada me llevo con todos, quizás el que más.

¿No tiene preferencia por ninguno?

Para nada. Soy cabrón cuando veo que hay gente que no está concentrada en hacer lo que tienen que hacer que es bailar. Quizás lo soy un poco menos con los débiles a los que apoyo un poco más, pero no tanto.

En el fondo es un trozo de pan.

Soy un gran trocito de pan y te lo digo de verdad. En mi trabajo soy muy cabrón y la gente que trabaja directamente conmigo lo sabe. Pero luego en la vida soy una persona a la que le encanta el contacto con los demás.

Quizás soy así por las malas pasadas que he tenido en mi vida como verme sin un duro y tener que ir a casting y que me digan ‘No' en mi cara.

¿Hay dos caras de Rafa Méndez?

No. Antes de entrar en Fama y que la gente me conociera aquí di cursos por Europa y decía las mismas cagadas de una forma simpática y divertida Cuando hago mi trabajo cambio radicalmente porque me meto en mi mundo y llega esa parte más pasional. Ni es un personaje ni nada porque yo me olvido de que hay cámaras y eso en el fondo eso se nota. Créeme que a veces tanta popularidad hasta me molesta.

¿Le preocupa lo que piense la gente?

Me da igual e incluso me divierten las cosas negativas que dicen por ahí. Me lo paso bomba.

Usted ha reconocido que puede parecer prepotente.

Es cierto. Me veo en vídeos y reconozco que la gente puede verme así y es verdad que en principio las tengo todas para caer mal.

¿Cree que cae mal a la audiencia?

A una parte sí y otra no, pero eso me gusta. Honestamente me divierte que haya gente que pueda detestarme porque me gusta hacer pensar y ser polémico. Me da mucha satisfacción moverles algo internamente.

¿Qué sintió al despedir el año junto a Paula Vázquez?

Me sentí hot por estar al lado de ella. Fue un honor porque es una chica y una presentadora que admiro. Además me puse muy nervioso y esperaba unos resultados mucho más changos, pero fue un placer ver que todo salió bien.

¿Qué hay que tener para ser una chica bom bom?

Sobretodo no es, como se malinterpreta, tener dos senos maravillosos sino ser un crack. Tiene que ser como una chica James Bond y tener, sobre todo, mucha personalidad y que bailen sin miedo.

¿Ha recibido ofertas desde la competencia para ficharle?

Sí, me han hecho varias propuestas. Lo agradezco porque es interesante, pero hay que valorizarlo antes de ver lo que se puede hacer. Lo que no pretendo hacer son cosas serias o en las que no me sienta reflejado. Diría que no antes de hacer cosas por la popularidad o el dinero. A mí la televisión me da igual, amo mi trabajo y si me va bien perfecto y sino retorno a mi pasado donde estaba muy feliz. No me considero presentador pero sí una persona que puede entretener en un momento dado.

¿Cómo lleva el peso de la fama?

Muy bien, me emociona. Sobre todo al principio me encerraba en sitios porque me daba por llorar. He sufrido mucho para llegar hasta aquí y que se vea el trabajo que sé hacer porque vengo de una isla de la que pensaba que jamás iba a salir, he estado en ciudades como Madrid o Londres sin un duro y donde no podía pagar el alquiler... pasándolo muy chungo.

BIO: Nació el 6 de diciembre de 1975 en Tenerife. Se ha formado como profesional en España, Italia, Londres y Los Ángeles. Le gusta practicar esgrima y ayudar a los que lo necesitan de verdad.